En la provincia de Mendoza una ley prohíbe conducir cualquier tipo de automóviles calzando ojotas o crocs. Si en un control de tránsito los agentes registran esta infracción, están obligados a realizar la multa.
La Ley 9024 de Tránsito de la Provincia de Mendoza obliga a los conductores a “usar calzado apropiado, apto para el manejo y control de los pedales”. También aclara que “debe ser cerrado y de suela antideslizante”, y que “solo se permite calzado abierto si ajusta todo el pie”.
En caso de que un conductor sea encontrado en cualquier operativo de tránsito (municipal o provincial) conduciendo un vehículo, calzando ojotas o crocs abiertas, será considerado infractor, por lo que deberá pagar una multa de $1.200. Si la multa se paga de contado, es de $720.
Mendoza es la única provincia en la que está prohibido manejar en ojotas, sandalias o crocs abiertas que no ajusten todo el pie. Por el momento, en el resto de las provincias del país no rige prohibición alguna con respecto al calzado de los conductores.
Los peligros de usar un calzado inapropiado al manejar
A la hora de conducir un vehículo, el calzado tiene que ser cerrado y estar bien sujeto a los pies, sin hacer “juego”. Esto permitirá acelerar y frenar con mayor precisión y rapidez.
Cualquier tipo de calzado abierto, como una ojota o una sandalia, hará que el conductor pierda el contacto ideal con los pedales. Así, podría realizar una presión extra con el pie y eso generaría maniobras bruscas, por ende peligrosas.
Las ojotas, además, suponen un riesgo extra: al no estar sujetas a la parte trasera del pie, pueden llegar a provocar un enredo o una traba.
Además, recomiendan no manejar descalzos, ya que los pies no tienen buena adherencia a los pedales, producto de la transpiración (sobre todo en verano). Al no tener un buen agarre, la pisada podría ser problemática. Sin calzado, la sensibilidad es otra.
Así que ya sabes… Si te vas de vacaciones en auto a Mendoza y te querés ahorrar una multa, ¡no uses ojotas al manejar!