¿Vendrá el Papa después de las elecciones de octubre?

Ignacio Hernández

La Iglesia desea que luego de las elecciones de octubre descienda el nivel de confrontación y se avance en la búsqueda de grandes acuerdos sociales. Si bien el deseo no es una novedad -fue una constante desde la crisis de 2001- ahora los obispos perciben un mayor consenso entre los dirigentes y una cierta disposición del actual gobierno, de acuerdo a lo consignado por el diario Clarín.

Según la información, después de las elecciones legislativas -tras las cuales el oficialismo seguirá careciendo de mayoría en el Congreso y los desafíos que le aguardan continuarán siendo enormes-, el contexto postelectoral contribuiría a destrabar la demorada visita del Papa Francisco a la Argentina, que requiere -como sostienen medios eclesiásticos- de un mejor clima político.

Otra creencia de algunos obispos de peso es que dentro del gobierno hay quienes preferirían que el Papa Francisco no viniese al país, ya que temen que sus homilías y discursos puedan ser críticos la gestión macrista. No dan nombres (en rigor, solo mencionan a Jaime Durán Barba, que es un consultor). En cambio, mencionan con énfasis entre los que ansían esa visita a María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Gabriela Michetti, Esteban Bullrich y Jorge Triaca, todas figuras que este año en 2017 visitaron al pontífice en Santa Marta, al igual que la ex canciller Susana Malcorra. Desde el Gobierno aseguran que, si hubo resistencia de algunos funcionarios, eso pertenece al pasado. Y subrayan que anhelan la venida del pontífice.

Lo cierto es que la visita papal estuvo este año más cerca de lo que muchos argentinos puedan pensar. Se afirma que el Papa llegó, incluso, a barajar noviembre como el mes para concretarla (tras los comicios legislativos). Pero como se quería repetir el itinerario que hizo Juan Pablo II en 1987, cuando incluyó a Uruguay y a Chile, se tropezó con el inconveniente de que en el país trasandino hay elecciones presidenciales para esa época. Finalmente, Francisco irá a Chile y Perú en enero.

Pero también es verdad que la profundidad de la grieta es un obstáculo grande para su venida. Lo acaba de recordar el rector de la UCA, monseñor Víctor Fernández, muy cercano al Papa, en una entrevista al diario La Voz, de Córdoba: “Argentina está pasando por un momento de excesiva polarización y crispación y se teme que su presencia pueda ser utilizada para exacerbar aún más esta división”.

La probabilidad de que Francisco visite el país el año que viene es alta. Pero lo que pase en el país después de las elecciones de octubre será clave. ¿Constituirá el inicio de una etapa de concordia que allane la solución de los problemas del país y permita que el argentino más encumbrado de su historia visite su patria?. Ya veremos…

Compartir este artículo