Una de las adicciones más difíciles de superar es la del tabaco, y por eso las personas buscan diferentes opciones para dejar de fumar. Una de las formas que ha ganado popularidad en los últimos años es el vapeo, y el crecimiento de la venta de este tipo de productos se ha vuelto exponencial, de modo que son muchas actualmente las tiendas físicas y online que se dedican a este sector.
Nombres de tiendas como Vapori.es, Vapeo Total y Bazar del Vapeo son ya conocidos en toda España, mientras que marcas como Elf Bar, Vaporesso y Smok son de las que acaparan más estantes en dichos comercios.
Tal popularidad ha hecho que surjan campañas tanto en favor como en contra del vapeo: ¿es mejor o peor que el tabaco? ¿Es una salvación para los fumadores o una amenaza para la salud pública?
Vapeo: ¿Qué es y qué propone a los fumadores para dejar el hábito?
El vapeo es el acto de inhalar y exhalar un aerosol producido por un dispositivo electrónico que calienta un líquido con nicotina, marihuana o aromas. Estos dispositivos se conocen con diferentes nombres, como cigarrillos electrónicos, e-cigarettes, vape pens o mods. Algunas personas usan el vapeo como una forma de reducir o dejar el consumo de tabaco, pero ¿es realmente efectivo y seguro?
Según algunos estudios, el vapeo podría ser menos dañino que fumar cigarrillos tradicionales y podría ayudar a los adultos a dejar de fumar. Sin embargo, los vaporizadores no son actualmente una ayuda para dejar de fumar aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). Se necesita más investigación para probar mejor la seguridad y la eficacia de este potencial uso.
La efectividad del vapeo para dejar de fumar: ¿qué dicen los estudios?
La efectividad del vapeo para dejar de fumar ha sido objeto de muchos estudios científicos en los últimos años. Según un estudio publicado en el New England Journal of Medicine, los participantes que usaron cigarrillos electrónicos para dejar de fumar tuvieron tasas de éxito más altas que aquellos que usaron parches de nicotina o terapia de reemplazo de nicotina (TRN) con chicles, pastillas o inhaladores.
Otro estudio publicado en la revista Addiction encontró que el vapeo era un método efectivo para dejar de fumar, especialmente cuando se combinaba con asesoramiento y apoyo conductual. Los participantes del estudio que usaron cigarrillos electrónicos y recibieron apoyo conductual tuvieron una tasa de abstinencia del tabaco del 18,0% en comparación con el 9,9% de aquellos que usaron TRN y apoyo conductual.
Un metaanálisis publicado en el Journal of Medical Internet Research también encontró que el vapeo era efectivo para ayudar a las personas a dejar de fumar. Los autores del estudio concluyeron que el vapeo puede ser una opción viable para aquellos que desean dejar de fumar, especialmente aquellos que no han tenido éxito con otros métodos.
A pesar de los resultados positivos de estos estudios, es importante señalar que el vapeo no es una solución mágica para dejar de fumar. Como con cualquier método de abandono del tabaco, se necesita una combinación de asesoramiento, apoyo conductual y perseverancia para tener éxito a largo plazo.
Algunos estudios han encontrado que los cigarrillos electrónicos pueden ayudar a los fumadores a reducir o eliminar el consumo de tabaco. Por ejemplo, un estudio en el New England Journal of Medicine mostró que los fumadores que usaron cigarrillos electrónicos tuvieron más probabilidades de dejar de fumar que los que usaron otros métodos de terapia de reemplazo de nicotina (TRN), como parches, chicles o pastillas.
Otro estudio en la revista Addiction también halló que el vapeo era una estrategia efectiva para dejar de fumar, sobre todo cuando se acompañaba de apoyo psicológico y conductual. Los fumadores que combinaron el vapeo con este tipo de apoyo lograron una tasa de abstinencia del 18,0%, frente al 9,9% de los que combinaron la TRN con el mismo apoyo.
Además, un metaanálisis en el Journal of Medical Internet Research concluyó que el vapeo puede ser una opción viable para los fumadores que quieren dejar el hábito, especialmente los que no han tenido éxito con otras alternativas.
Sin embargo, estos estudios no significan que el vapeo sea una solución mágica para dejar de fumar. Además, el vapeo no elimina la adicción a la nicotina, que es una sustancia muy adictiva y dañina para el cerebro.
Por lo tanto, se recomienda consultar con un médico y elegir el método para dejar de fumar que más le convenga. También se aconseja planificar el día en que se dejará de fumar y contar con asesoramiento, apoyo conductual y perseverancia para lograr un éxito a largo plazo .
Otras opciones para dejar de fumar: ¿cómo se compara el vapeo con otros métodos?
Al no ser un método aprobado oficialmente para dejar de fumar, los especialistas suelen recomendar otros métodos para dejar el tabaco que hayan demostrado su eficacia y seguridad, como los parches, chicles o pastillas de nicotina, los medicamentos recetados o la terapia conductual. Estos métodos pueden aumentar las probabilidades de éxito y reducir los síntomas de abstinencia.
Sin embargo, algunos testimonios de personas que han dejado de fumar con el vapeo nos demuestran que en realidad, el vapeo sí puede lograr que las personas derroten la adicción a la nicotina. Aquí dejamos algunos testimonios recogidos desde usuarios miembros de ANESVAP (Asociación Española de usuarios de Vaporizadores Personales):
“Empecé a vapear hace dos años porque quería dejar el tabaco. Al principio usaba líquidos con mucha nicotina, pero poco a poco fui bajando la concentración hasta llegar a cero. Ahora solo vapeo ocasionalmente y con líquidos sin nicotina. Me siento mucho mejor, no tengo tos ni falta de aire y he ahorrado mucho dinero“.
“Vapear me ayudó a dejar de fumar después de 20 años enganchada al cigarrillo. Fue un proceso lento pero efectivo. Primero sustituí algunos cigarrillos por el vapeador, luego dejé el tabaco por completo y seguí vapeando con nicotina baja. Finalmente dejé también el vapeador y ahora estoy libre de humo”.
“Yo usé el vapeo como un puente para dejar de fumar. Me compré un kit barato y lo usaba cuando tenía ganas de fumar. Así fui reduciendo el número de cigarrillos hasta que lo dejé del todo. Luego también dejé el vapeo porque me daba miedo dañar mis pulmones”.