El gobierno argentino mantiene negociaciones con el régimen catrista para adquirir vacunas Soberana02 y Abdala, pero quisieran pagarlas con un préstamo a Cuba de US$ 1.278 millones otorgado en 1973. Casi como un secreto de estado, ambos países conversan la posibilidad de cancelar la deuda, las cuales se diseñarán en Cuba y se producirán en Argentina.
Ese préstamos millonario de 1973 sirvió para financiar en Cuba la venta de 1.000 tractores, maquinaria agrícola, 5.515 camiones pesados Fiat y 6.000 automóviles Fiat 125, además de miles de Renault 12, Ford Falcon, Citröen Ami 8, Peugeot 404 y 9.000 unidades Dodge 1500.
Esta propuesta fue utilizada en su momento por el gobierno de Juan Domingo Perón para terminar con el bloqueo impuesto a Cuba por parte de Estados Unidos. Con este crédito a Cuba se producía un acercamiento al bloque socialista.
En su momento, el plazo pactado era de 6 años, con una tasa anual del 6% anual. Pero han pasado 48 años. Algunos economistas actualizaron ese monto al día de hoy y alcanzaría los USD 4.800 millones, teniendo en cuenta los intereses.
“Si le agregamos sólo los intereses compensatorios devengados a la tasa originalmente pactada del 6% anual durante estos 46 años, a interés simple y no compuesto (sin anatocismo) la deuda del capital e intereses asciende hoy a US$ 4.805 millones y sin tomar en cuenta los intereses moratorios y punitorios que correspondería aplicar, lo que duplicaría fácilmente ese monto”, explicó el economista Ramón Frediani.
Lamentablemente, todos los esfuerzos posteriores por intentar recuperar el dinero de los argentinos fracasaron. A mediados de los ’90, el entonces canciller Guido Di Tella propuso reemplazar esa deuda por inversiones locales en obras públicas y turismo. El entonces presidente Carlos Menem, conversó sobre esta situación con Fidel Castro, pero no se llegó a ningún acuerdo.
En el año 2003, durante la presidencia de Néstor Kirchner, el Gobierno le propuso a Cuba una quita de la deuda del 75%, y saldar el 25% restante con “el pago de intereses futuros en efectivo; atención médica gratuita de alta complejidad durante cinco años a argentinos de bajos ingresos en hospitales cubanos para tratamientos de rehabilitación de lesiones severas; el envío a la Argentina de medicamentos de uso popular y consumo masivo de fabricación cubana; capacitación en Cuba en biotecnología y educación para científicos y docentes argentinos”.
Esta idea llegó a formalizarse a través de un preacuerdo suscripto entre nuestro Ministerio de Economía argentino y el presidente del Banco Central de Cuba, el economista Francisco Soberón Valdés. “Estuvimos cerca, firmamos los avances, pero al final no se ejecutó nada”, indicó un diplomático.
En 2009, la entonces presidenta Cristina Kichner firmó 11 acuerdos en La Habana con Fidel Castro, pero nunca se habló sobre esta deuda.
El préstamo de 1973 vuelve a ponerse en el centro de la negociación. El Gobierno, según informaron desde fuentes oficiales, le propuso al régimen castrista financiar la compra de las vacunas con ese dinero.
El embajador argentino en Cuba, Luis Ilarregui, informó luego del viaje de la ministra de Salud Carla Vizzotti y la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, que las vacunas (Soberana02 y Abdala) podrían llegar a nuestro país en agosto, cuando el gobierno cubano termine de vacunar al 70% de su población.
“Se reunieron con las autoridades sanitarias y con el ministro de salud cubano y firmaron una carta de intención y una carta para la confidencialidad”, explicó el embajador Ilarregui luego de esa visita.
