Los padres de la escuela Manuel Blanco Encalada de Junín, Mendoza, habían pedido que Carolina Gutiérrez dejara su cargo como vicedirectora, entre otras cosas por el uso de lenguaje inclusivo. Fue trasladada a otra institución.
Los padres manifestaron el descontento que sentían con respecto a la forma en la que solía expresarse. Alguno de ellos dieron el ejemplo de cómo solía empezar y terminar de hablar: “Todos, todas y todes”.
Consideraron que el uso del lenguaje inclusivo tiene una carga ideológica. Además, consideran que se trata de algo que va más allá de las competencias y atribuciones de la escuela. A eso se sumaron carteles, banderas de la comunidad LGBTQI y una carta dirigida a la supervisora.
“Están adoctrinando a los chicos”
“Nosotros no estamos en contra de los pensamientos de la vicedirectora ni de la Educación Sexual Integral pero los padres estamos preocupados porque sentimos que se está adoctrinando a los niños, se está usando una cuestión política”, dijo la madre de uno de los alumnos en diálogo con el diario Los Andes.
Y añadió: “No nos parece correcto que lo use en la escuela ya que es un vocabulario que no está oficializado por la Dirección General de Escuelas ni tampoco por la Real Academia Española”.
