“Hoy dolorosamente tengo que pedir de una pequeña colaboración, por más mínima que sea para poder lograr el objetivo de juntar los $ 350.000 para poder continuar mí tratamiento oncológico en el Hospital Alemán de la Ciudad de Buenos Aires”. El posteo de Facebook y de Instagram de Leticia Zapata era conmovedor.
A los 30 años, la mujer relataba paso a paso el drama que vivía por su salud y por su dura condición económica. Era 8 de julio y, en pocas horas, miles de likes, comentarios y palabras de apoyo se multiplicaron en la publicación, que fue compartida incontables veces. También subió un video, donde se mostraba debilitada por el avance de la enfermedad.
Como Zapata vivía en Misiones, la mayor parte de la ayuda fue de esa provincia. En pocos días, cientos de misioneros juntaron más de 360.000 pesos. Hubo alegría y celebración en las redes. La alegría de haber juntado mucho más de la cifra necesaria para que la mujer pudiera llevar adelante el tratamiento experimental contra el cáncer que la castigaba fue una felicidad.
Pero esta historia guardaba una estafa para todos. Luego de que el perfil falso creado en Facebook fuera dado de baja, al tiempo que la cifra de dinero ya había desaparecido de la cuenta bancaria, se estableció que el certificado médico que la mujer había publicado era falso. Enseguida, la Justicia comenzó una investigación por estafa.
La denuncia la había hecho Paola Flores, una médica oncóloga del Hospital Madariaga, por la falsificación de su firma, la misma que aparecía en el certificado de Zapata, que es instrumentista quirúrgica y habría robado un talonario de recetas con el membrete del Parque de la Salud y del Hospital Madariaga. Con eso armó el certificado que decía: “Zapata, María Leticia, paciente con diagnóstico de cáncer de útero en control. Debe asistir a consultorio de oncología en miércoles 26/8/2020, a las 13 horas. Diagnóstico cáncer”.
A partir de ahí, los investigadores determinaron que, luego de sacar el dinero del banco, Zapata y su pareja, llamado Matías Poberezny, abandonaron el departamento que alquilaban en Posadas. También determinaron que el nombre que Leticia había puesto en la red social era falso. Y se enteraron que ella era oriunda de Merlo y él tenía residencia en Temperley, en la provincia de Buenos Aires.
La familia de Zapata confirmó que la mujer no tiene ninguna enfermedad, que tampoco tiene hijos y que suele cortar la comunicación de manera abrupta con todos sus allegados cada cierta cantidad de meses. Para entonces, la indignación era total.
Según se pudo reconstruir, la pareja llegó a Misiones el año pasado, en medio de la pandemia de coronavirus. Habían perdido contacto con sus respectivas familias, luego de haberse peleado por una enorme cantidad de dinero. Por eso, habrían dejado Buenos Aires y eligieron Posadas para comenzar una nueva vida.
Según Camila Poberezny, la hermana de Matías, primero habían estafado a su propia familia: “En marzo del año pasado fue la última vez que lo vimos. Mi mamá tenía una herencia guardada en el banco y como no sabía manejar las cuentas, Matías las administraba y de un día para el otro desapareció y vació la cuenta del banco”.
Y completó: “A mi abuela que tenía unos dólares se los cambió por truchos, sabemos que fue él porque es el único que sabía donde está la plata. Entró a la casa de la mamá de mi papá y le sacó plata, María fue a la casa de su madre y robó plata. Además sacan créditos a nombre de familiares y no sabemos cómo lo hacen. Matías le dijo al mejor amigo que está enfermo y que necesitaba plata. No sabemos cuánta plata se llevó y tampoco para qué es”.
Por otra parte, Miguel Zapata, el hermano de Leticia, declaró en una entrevista: “Nos da miedo que María siga de la mano de este muchacho y que pueda terminar en algo peor. Él dice ser abogado penalista. No sabemos si es verdad. Él se ofreció para hacer el trámite de divorcio de mis papás, que hace mucho años tenían pendiente. A medida que él tramita el divorcio, los estafa, accede a su home banking y le saca préstamos a nombre de mi mamá y papá. Sacó créditos por 350 mil pesos nombre de ellos”.
Y sobre el posteo en las redes sociales y la falsa enfermedad de su hermana, Zapata dijo: “Cuando nos enteramos, lo primero que hicimos es desmentir eso, ella no tiene cáncer, ni hijos, sí fue tratada hace muchos años por un quiste en el útero. En la actualidad, no estábamos al tanto de que ella tenga un problema de ese tipo. Nosotros estamos desesperados por encontrarla, dijimos: ‘Este muchacho la va a llevar por otro lado y no la vamos a ver nunca más’, y si la está arrastrando a este tipo de cosas, ¿a qué otra cosa la va a llevar?, estamos desesperados”.
Ahora la pareja se encuentra prófuga de la Justicia. Son buscados por estafa. Mientras cientos oficiales de Policía de la provincia suman datos para dar con ellos, la indignación de los habitantes de Misiones no cesa.