El Tribunal Oral Federal 6 (TOF6), con sede en Comodoro Py 2002, le concedió este viernes el arresto domiciliario al represor Miguel Etchecolatz, alojado en el penal de Campo de Mayo, aunque la medida no se hará efectiva porque ese beneficio fue rechazado en otras causas penales en La Plata y Lomas de Zamora.
El represor se encuentra detenido en cárcel común a disposición del Tribunal Oral Federal 1 de la capital bonaerense y del juzgado federal 2 de Lomas de Zamora en otras causas por delitos de lesa humanidad en la última dictadura militar.
En la resolución, los jueces aclararon que se basaron en “consideraciones eminentemente humanitarias, consagradas con máxima jerarquía normativa” a nivel constitucional, ante informes sobre el estado de salud de Etchecolatz, de 91 años, recuperado de coronavirus (COVID-19).
Por caso, de concretarse la medida, se dispuso la incorporación del represor al “Programa de Asistencia de Personas bajo Vigilancia Electrónica” con una tobillera. Además se le prohibió salir del domicilio en el que fije domicilio salvo para estudios médicos y con aviso al Tribunal.
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Sin embargo, la resolución del TOF6 generó el rechazo de los organismos de derechos humanos y también del hijo de Jorge Julio López, desaparecido en democracia durante un juicio contra el genocida. “No me voy a callar la boca, si hay domiciliaria va a haber escraches, son unos caraduras los del Tribunal que le dieron la domiciliaria“, respondió Rubén López.
Paralelamente, el hijo de quien testificó contra Etchecolatz en el marco de la causa que investiga el Circuito Camps, señaló esta viernes que aún, el represor “sigue cometiendo crímenes al no contar donde están los desaparecidos”.
De hacerse efectiva la domiciliaria, se “requerirá al Poder Ejecutivo Nacional, que adopte las medidas necesarias dentro de su competencia para preservar la integridad física del imputado, como de terceros, tanto en el domicilio que resida como durante los traslados que eventualmente deba realizar por razones de salud”.
Vale remarcar, que el fallo fue firmado por los jueces Sabrina Namer, Néstor Costabel y Rodrigo Giménez Uriburu, quienes fijaron la residencia para Etchecolatz en la casa que tiene en el Bosque Peralta Ramos, en Mar del Plata y se basaron en informes médicos que había ordenado realizar la Cámara Federal de Casación.
“Queremos dejar sentado que somos absolutamente respetuosos de las posiciones de las víctimas y entendemos sus razones para oponerse a esta decisión”, remarcaron los jueces en alusión a la negativa de los querellantes en las causas a conceder el beneficio.
Sin embargo, explicaron que “no podemos soslayar que el deber que tenemos como jueces de la causa -de valorar de manera imparcial la situación personal del imputado a la luz de los informes médicos actualizados y lo que sobre la temática establecen las normas jurídico, nos coloca en la obligación de resolver en el sentido que lo haremos y sin perjuicio de la antipatía social que pueda generar esta medida”.