Gustavo Almassio, es ingeniero agrónomo y productor en el establecimiento “El Totoral”, entre los partidos de San Cayetano y Necochea, vio morir a 100 corderos en medio de la tormenta de esta martes. Pero, en medio de esa odisea y luego de un intenso trabajo de rescate, logró salvar a 17 animales, según relató en redes sociales.
El temporal sucedió en plena parición de la majada de ovejas (tiene unas 600 madres) y no dio respiro en el campo de Almassio. El frío y el agua afectaron sobre todo a los corderos más pequeños recién nacidos. Los animales debían pasar toda la noche a la intemperie, con la lana mojada y corrían riesgo de muerte.
Bajo una lluvia torrencial, con la ayuda de José Mendoza, su empleado, Almassio juntó a todos los animales tirados en el suelo. Los subieron a la camioneta y los llevaron hasta la casa, donde los taparon con frazadas, remeras, camperas y todo lo que pudieran encontrar para abrigarlos.
En total eran 17: para salvarlos de la hipotermia los colocaron juntos cerca de la cocina de leña, usaron fuentones con agua caliente, bañeras y hasta secador de pelo. El objetivo principal era secarlos y luego calentarlos.
“No hay reparo que alcance. Ojalá pueda tener los galpones para meter dentro la majada en días así. Mi pasión está intacta. Las lágrimas no impiden que siga intentando salvar todos los que pueda. Así es el campo”, relató Almassio. Y agregó: “Es el momento más duro de mi historia como productor, sin dudas. Ahora solo resta esperar que mejore el tiempo, más no puedo hacer”.
La casa estaba llena de animales, no solo de corderos que requerían su atención, sino de ovejas que estaban pariendo. Almassio contó que una tuvo dos y otra tres corderos.
Aunque el temporal continuaba este jueves salió el sol en la casa. Los corderos que pudo rescatar ya podían caminar y tenían hambre. Fue José el que se encargó de alimentarlos uno por uno con mamaderas. Además, las dos corderas que recién habían parido, también lograron recuperarse luego de pasar bien la noche.