El trágico hecho se produjo en el “Módulo 15”, de esa ciudad situada a pocos kilómetros al noreste de San Luis capital, en el interior de la casa en la que el pequeño vivía junto a sus abuelos maternos.
En un momento determinado, el chico, que se llamaba Tiziano Arena Alcaraz, se fue a los fondos de la casa y fue mordido por un perro cruza de razas ovejero alemán y rottweiler que estaba atado por una cadena de unos seis meses de extensión.
Cuando la abuela acudió a ayudar al niño, el mismo se encontraba con la cabeza atrapada por las fauces del animal y logró rescatarlo con esfuerzo.
El pequeño, el cual sufrió graves heridas en el rostro y en la cabeza, fue trasladado al hospital “María Juliana Becker”, de La Punta, y luego fue derivado al Hospital San Luis, donde finalmente murió a pesar de los esfuerzos de los médicos de guardia.
El ataque del perro, con pelaje y cuerpo similar a los ovejeros, pero rostro y mandíbula de rottweiler, fue presenciado desde una casa vecina por una adolescente de 14 años que había salido a colgar ropa.
La menor fue a declarar a la comisaría 28, que tiene jurisdicción en la zona e intervino en el hecho, acompañada por su madre, para ayudar a esclarecer el episodio.
Según la información difundida por el Diario de la República, Tiziano era hijo de una adolescente de 16 años y un hombre de 30. La abuela del menor sufrió un shock nervioso y debió ser asistida en el hospital local, donde había comenzado a recibir asistencia psicológica.
El chico había quedado al cuidado de sus abuelos maternos, mientras que su madre residía en la ciudad de San Luis junto a otro menor de edad y el padre vivía en la vecina provincia de Mendoza.
