El intendente del distrito bonaerense de Pehuajó, Pablo Zurro, se ha visto envuelto en un escándalo público tras conocerse que en una confusa situación se agarró a trompadas con un vecino que le pegó un sillazo en un bar del centro de esa ciudad
Las primeras versiones indicaron que hubo una fuerte riña entre Zurro y un comerciante en un bar del centro, donde terminaron a las trompadas. En plena lucha, el vecino le tiró un sillazo por la cabeza al Intendente.
De hecho, en un audio de Whatsapp que se filtró en las últimas horas, uno de los que se enteró de la pelea relató que contaban “en el club” que “lo han cagado a palos a Zurro”.
“(El Intendente) venía mal con el Cabito (el comerciante), lo llamó a hablar, lo insultó y Cabito le metió una trompada que cayó al suelo, y agarró una silla y le empezó a dar con la silla”, agregó el hombre que se enteró de la noticia.
Ante las burlas, las dudas y las conversaciones que generó el tema, Zurro salió a explicar esta mañana que en realidad se trató de una “agresión” hacia su persona, y negó que existiera una pelea.
“No fue una pelea, agredieron al Intendente y por boludo, porque tenía las manos en el bolsillo”, admitió el jefe comunal respecto de la bochornosa situación, y aclaró que, aunque podría denunciar por “resistencia a la autoridad”, no inició acciones legales.
Según Zurro, a pesar de la “agresión”, que manejó con “mucha templanza”, “a los 20 minutos ya estaba trabajando” nuevamente en el Municipio. “De todas formas, por ahora no haré la denuncia”, concluyó el jefe comunal.