El juez federal de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzo, dispuso que las pulverizaciones en el área de Pergamino presente una distancia de 3.000 metros entre el límite del terreno de cultivo y la planta urbana y, que esta diferencia tiene que ser de 1.095 metros en el caso de aplicaciones terrestres. Es el primer partido bonaerense en el que se fija una distancia de esta magnitud.
En la resolución, el juez precisó que en la zona “resguardada” no se pueden usar plaguicidas, herbicidas, insecticidas ni fungicidas.
Villafuerte Ruzo también requirió al intendente de Pergamino, Javier Martínez (Cambiemos) que informe la cantidad de habitantes y establecimientos rurales educativos asentados en el partido “a los efectos de fijar los parámetros de distancia que resulten más adecuados” para las pulverizaciones.
Antecedentes
La causa judicial fue impulsada por dos querellantes, Florencia Morales y Sabrina del Valle Ortíz, quienes solicitaron que se ampliara una medida precautoria ordenada por el juez a fin de evitar riesgos para los habitantes de la ciudad de Pergamino.
El juez también consideró las investigaciones de Delia Aiassa, doctora en Ciencias Biológicas, para establecer la distancia de 1.095 metros para las pulverizaciones terrestres. Durante la causa, las querellantes denunciaron que cuatro vecinos del barrio Villa Alicia padecen “daño genético” por la exposición a “sustancias agrotóxicas”.
En su dictamen, el juez expresó que “la falta de certeza científica respecto a la inocuidad de los productos vertidos para la población de Pergamino, justifica la ampliación de la medida ya dispuesta y en las distancias pretendidas”.
En el fallo, informó la agencia Télam, se asegura que se detectó “glifosato en sangre y orina de personas, con un incremento en los marcadores sanguíneos de daño cromosómico y un amplio cúmulo de moléculas de plaguicidas en aguas y suelo”.