Por el triple crimen narco de Rosario, un joven, de 19 años, se presentó voluntariamente ante la Justicia y admitió que fue él quien prendió fuego el auto con la mujer dentro. Explicó que lo hizo porque se “asustó” al ver un móvil policial cuando la llevaba a un hospital.
En las últimas horas, un nuevo giro tuvo lugar en el caso del casamiento narco en las afueras de Rosario, en el que un matrimonio y su bebé de un año fueron ejecutados. Uno de los invitados a la boda se dirigió ante el fiscal que investiga los asesinatos y declaró como testigo.
Ante el letrado de la Unidad de Homicidios Dolosos de Rosario, Gastón Ávila, sostuvo que se “asustó” al cruzarse un patrullero porque “llevaba un cadáver en el auto”, haciendo referencia a Erica Romero, de 39 años. Para el fiscal no se trata de alguien que está encubriendo a terceros en este triple crimen narco.
En su relato, indicó que se encontraba en la fiesta y que salió al escuchar las detonaciones de las armas utilizada por los sicarios. “Estaba ebrio. Desesperado porque vio un patrullero y tenía miedo de que lo siguieran. No sabía que hacer hasta que paró y decidió prender fuego el vehículo”, indicó Ávila.
Por otra parte, afirmó que no puede imputar al “joven testigo” que confesó prender fuego el coche porque no puede utilizar como elemento su propia declaración.
