Tras 48 años, una madre pudo abrazar a su hija, luego que la vendieran “por vergüenza” cuando nació

Francisco Díaz

La madre de Dévora, tenía 13 años cuando quedó embarazada y tras 48 años logró reencontrarse con su hija Ana Paula.

Los padres de Dévora quisieron ocultar “la vergüenza” y “la condena social”, que era tan común en la época de los setenta. Por eso tomaron la desalmada decisión de vender a la bebé.

Con el cruel argumento de que la madre era menor de edad y el padre tampoco pasaba ni siquiera los 17 años, la mamá de Dévora escondió a su hija durante dos meses antes del nacimiento de la criatura en la casa de la partera, y una vez dada a luz, en octubre o noviembre de 1972, la vendió.

“Tenía 13 años y mi mamá se da cuenta de que estaba embarazada, y con el papá de mis hijos quisimos escaparnos. Yo tengo mi bebé, que me dicen que es un varón, y yo no lo quería soltar. Me decían que (darlo en adopción) era lo mejor, que era chica, tenía que estudiar, y esas cosas. Tenía mi bebé en brazos y luego ya no me acuerdo más. Recién recuerdo cuando estaba en la puerta (de la casa) de la partera, me agarraron de un brazo, y me dijeron ‘subí a la camioneta’, y miró cuando subo, que se lleva mi bebé una señora, con un delantal. Esa imagen la tengo grabada, y ahí comenzó todo mi infierno”, relató Dévora quien actualmente tiene 62 años de edad.

Por su parte, la hija de Dévora, Ana Paula Tolosa Safigueroa, actualmente de 48 años, sintió desde muy chiquita que quienes decían ser sus padres, en realidad no lo eran.

Cuando Ana Paula tenia 24 años, sus padres ilegítimos le revelaron que ellos la habían comprado a otra familia. En ese momento, Ana emprendió su búsqueda en las redes sociales.

“Cuando nací, la partera le dijo a mi madre que yo era varón y que me habían entregado a unas personas en Magdalena. Todo era mentira, para que jamás pudieran encontrarme.

El 27 de abril de 2019, Ana Paula había posteado en sus redes: “Hoy como muchas veces te pienso mamá. Pero no me pregunto qué pasó exactamente ese fin de octubre o principio de noviembre de 1972. Quiero encontrarte, miro el cielo y sé que estás”, escribió, y al compartir su foto, la prima real notó el parecido con las hijas de Dévora y supo la verdad, que confirmó la prueba de ADN realizada después.

Allí comenzó la búsqueda, junto a su primo, que acompañó a Ana Paula a la casa de la partera. Fue recolectando pistas y tiempo después supo que fue su abuela materna quien la había entregado y que fue la partera quien decidió que la vendieran.

Ya en contacto con su hermana decidieron hacerse un estudio de ADN que estuvo listo el 19 de agosto de 2020. El análisis dio una coincidencia del 99,9 por ciento por parte de madre y padre. El día que conocieron la noticia, decidieron hacer una videollamada.

Por encontrarse en medio de la pandemia, viviendo Dévora en La Plata y Ana Paula en Bragado, estuvieron un mes hablando por videollamada hasta que finalmente se pudieron abrazar: “No dormíamos. Yo decía: ‘A ver si desaparece’. Es un sueño del que no quería despertarme. Creo que hasta ahora, no me quiero despertar porque me parece que va a desaparecer”, comentó la madre.

A causa de la pandemia de coronavirus, el primer encuentro que realizaron fue de manera virtual. Según contó Ana, quien estaba junto a su esposo, que cuando la llamaron, atendió y vio la cara de su madre en la video llamada, lo primero que le salió decirle fue “mamá”.

“Mi papá lloraba y ella me decía ‘mi amor”, recordó la mujer que conoció a sus papás a los 48 años.

Finalmente llegó el día del abrazo en persona: “Por el tema de los permisos y la logística para viajar se demoró un mes. En realidad, fueron tantas cosas que me pasaron también internamente al saber que iba a finalmente verlos que creo que eso también necesitó de un tiempo para procesar las emociones”.

“Cuando finalmente abracé a mi mamá después de 48 años me di cuenta, al escuchar su corazón con el que había estado en contacto durante los nueve meses de la gestación, de que no necesitaba ningún ADN. Era ahí donde siempre debía haber estado. Lo mismo me pasó al escuchar la voz de mi papá”, concluyó.

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