Los herederos de un hombre de 80 años, que primero entró en coma y después murió, denunciaron que le desaparecieron propiedades por 14 millones de dólares. La sospecha recae sobre un empleado de confianza del difunto.
Luis Vázquez era un hombre de 80 años que había dedicado su vida a los negocios inmobiliarios en la zona de Ezeiza y Canning. En 2009 comenzó con problemas de salud que se agravaron en abril 2016. En agosto de 2017 murió tras una larga agonía por un accidente cerebrovascular (ACV). Desde ese entonces, sus herederos, un primo y dos sobrinos, no recibieron un peso de la herencia. Por ello, denunciaron que Maximiliano Teta, un empleado de confianza de Vázquez, le robó 30 propiedades valuadas en 14 millones de dólares.
Los dos sobrinos de Vázquez, Hugo y Guillermo, presentaron una demanda civil y radicaron una denuncia penal en la UFI 8 de Lomas de Zamora, y la causa se encuentra a cargo del fiscal Javier Gustavo Martínez. Acusan que hubo una asociación ilícita entre Teta, familiares y allegados de él, un escribano, y una abogada personal del principal sospechoso.
“Teta le vendió casas a precios irrisorios a su concubina, su cuñado, su hermana, su otro cuñado, los tíos de su concubina, un amigo de la familia, un inquilino suyo y otros allegados profesionales de él”, denunciaron los sobrinos. Además, afirman que muchos de ellos no tienen la capacidad económica para realizar las inversiones, y de acuerdo a sus ingresos declarados, algunos son beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
“Todas las ventas se realizaron un año antes de que muriera Luis y las personas están relacionadas. Además, el escribano en las 34 operaciones era el mismo, que incumplió con toda normativa de la Unidad de Información Financiera (UIF). Fue todo tan burdo, que algunas propiedades las vendieron hasta 7424% inferior al valor real de la propiedad“, denunciaron.