En Argentina, se ha iniciado un cambio radical en los trenes que promete revolucionar los viajes ferroviarios en los próximos 50 años. Esta transformación está destinada a mejorar significativamente la calidad del servicio, lo cual es una excelente noticia para los millones de usuarios y el sistema de transporte en general.
El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) depende en gran medida de los trenes como medio de transporte, y cualquier mejora en su servicio es crucial para los usuarios diarios. La reciente implementación de un revolucionario desarrollo brindará una gran mejora en el servicio.
Durante el mes de mayo, solo en el AMBA, se registraron más de 27 millones de pasajeros pagos, según datos proporcionados por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). Además, se sumaron más de 147.000 usuarios de trenes de larga distancia y más de 130.000 de trenes regionales. Todos ellos serán testigos de un cambio tecnológico fundamental que contribuirá al mantenimiento y mejora del servicio, con un impacto que se espera sea aún mayor en el futuro.
Cuál es el cambio y provocará una mejora en el servicio
El cambio que se implementará en el servicio de trenes es una intervención revolucionaria liderada por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) bajo el Ministerio de Transporte. Se trata de la prolongación por 50 años de uno de los componentes esenciales en las vías: los durmientes.
Esta aprobación permitirá el uso de durmientes fabricados a partir de plástico en los ferrocarriles del país. La mejora es significativa, ya que estos durmientes de plástico tienen una vida útil estimada de medio siglo, lo que no solo promueve la eficiencia, sino que también reduce el impacto ambiental al reciclar aproximadamente 12.200 toneladas de material y evitar la tala de unos 27.000 árboles.
En comparación con los tradicionales durmientes de madera, los de plástico presentan una clara ventaja. Mientras que los durmientes de quebracho, una madera comúnmente utilizada en el pasado, pueden durar hasta 15 años en condiciones óptimas, los nuevos durmientes de plástico casi cuadruplican ese tiempo, sin riesgo de pudrirse o astillarse debido al clima y desgaste.
En resumen, los nuevos durmientes de plástico presentan tres ventajas clave: mayor durabilidad y resistencia, reducción de residuos plásticos al utilizar materiales reciclados y una mayor disponibilidad a menor costo, lo que favorece el desarrollo y expansión de la red ferroviaria en Argentina. Esta implementación promete cambiar radicalmente los viajes en tren y beneficiar tanto a los usuarios como al sistema de transporte en general.