Este 20 de marzo se cumplen cinco años desde que el Gobierno nacional decretó el inicio de la cuarentena estricta por la pandemia de COVID-19 en Argentina. La medida, anunciada por el entonces presidente Alberto Fernández, marcó el comienzo de un período sin precedentes en la historia reciente del país, con restricciones que afectaron la vida cotidiana, la economía y el sistema de salud.
Un punto de inflexión en la historia argentina
El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 297/2020, firmado el 19 de marzo y vigente a partir del 20, estableció el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO). La medida buscó contener la propagación del virus SARS-CoV-2, evitando el colapso del sistema sanitario.
La cuarentena, que inicialmente estaba prevista por 14 días, se extendió en diferentes fases hasta finales de 2020, con flexibilizaciones progresivas según la situación epidemiológica.
Las imágenes de las calles desiertas, los controles policiales, el cierre de comercios y la suspensión de clases presenciales quedaron grabadas en la memoria colectiva. También el auge del teletrabajo, las clases virtuales y el uso obligatorio de barbijos marcaron una transformación en la vida cotidiana.
Impacto económico y social
La pandemia tuvo un fuerte impacto en la economía argentina. La caída del PBI en 2020 fue del 9,9%, una de las más pronunciadas en la historia del país. Comercios, pymes y sectores como el turismo y la gastronomía fueron duramente golpeados, mientras que el Estado implementó medidas de asistencia, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), para mitigar los efectos de la crisis.
En el plano social, la cuarentena afectó la salud mental de la población, con un aumento en los niveles de ansiedad, depresión y estrés. También se registró un incremento en los casos de violencia de género y problemas vinculados al aislamiento prolongado.
El sistema de salud y la vacunación
El sistema sanitario enfrentó una de las mayores crisis de su historia. La ampliación de camas de terapia intensiva y la compra de insumos fueron claves para evitar el colapso. En diciembre de 2020, Argentina inició la campaña de vacunación contra el COVID-19 con la aplicación de la Sputnik V, seguida por otras vacunas como AstraZeneca, Sinopharm y Pfizer.
El proceso de inmunización fue clave para reducir la mortalidad y permitió, en 2021, la flexibilización de las restricciones hasta llegar al fin del uso obligatorio de barbijos en espacios cerrados en 2022.
Cinco años después: ¿qué quedó de la pandemia?
A cinco años del inicio de la cuarentena, la sociedad argentina ha cambiado en muchos aspectos. El trabajo remoto y la educación virtual quedaron instalados como opciones viables, mientras que el sistema de salud fortaleció su capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias.
Sin embargo, la pandemia dejó secuelas económicas y sociales que aún persisten. La inflación, la pobreza y la crisis del empleo se profundizaron en los años posteriores, y las discusiones sobre las medidas adoptadas siguen generando debate en distintos sectores.
El COVID-19 ya no es una emergencia sanitaria global, pero su impacto perdura en la memoria y en la estructura del país. A cinco años del inicio de la cuarentena, Argentina reflexiona sobre un capítulo que cambió la vida de todos.