La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) elevó el piso a partir del cual los trabajadores pagarán en Impuesto a las Ganancias.
Esto significa que, a partir de este mes, los salarios brutos que totalicen hasta $330.000 estarán libres de impuestos en función del incremento de la deducción especial.
Por otro lado, cualquier salario entre esta cantidad y $431,988 pagará una alícuota menor, minimizando el impacto de comenzar con una tasa más alta.
Sin embargo, una persona soltera y sin hijos aún estaría sujeta al Impuesto a las Ganancias desde los $122.000 por mes, pero no pagaría por el efecto de la suba de la “deducción especial”.
En el 2023 se implementará una deducción por gastos de colegios de los hijos, que está agregado en el presupuesto del año venidero, a pedido de los partidos de la oposición, pero se estima que el importe no será significativo.
El impuesto a las Ganancias es progresivo, lo que significa tasas más altas a medida que sube de escala, la suba del piso por la deducción especial hace que los que están en las primeras escalas no paguen, pero genera el efecto de distorsión de que el que el que empieza a tributar lo haga ya desde las alícuotas más altas (30% a 35%).
Para ello, la normativa ha creado un mecanismo para conciliar este impacto entre quienes ganan un total de $330.000 a $421.998 mensuales.