Gabriela Daiana Basallo, una joven argentina de 32 años nacida en Buenos Aires, encontró un trágico final durante un viaje de vacaciones en Perú, cuando fue alcanzada por un rayo en una zona remota del Valle Rojo, en Cusco. Gabriela había viajado junto a su pareja, Samuel Sierra, de nacionalidad chilena, con quien compartía una relación de varios años y recientemente había contraído matrimonio.
A lo largo de su vida, Gabriela se había forjado una carrera profesional diversa y llena de logros. Tras finalizar sus estudios secundarios, se formó como cosmetóloga y esteticista, destacándose en tratamientos de belleza que compartía en sus redes sociales. En 2020, decidió expandir sus horizontes laborales y comenzó a trabajar como encargada de planificación logística en una empresa exportadora en Chile, país al que decidió emigrar. Gabriela era descrita por amigos y familiares como una persona aventurera, alegre y dedicada.
La tragedia ocurrió el martes pasado cuando, durante una excursión por las montañas de Cusco, una intensa tormenta eléctrica sorprendió a Gabriela, a su esposo y a un grupo de turistas. A pesar de las advertencias de su guía, Efraín Zamora Galindo, sobre las condiciones meteorológicas, el grupo fue impactado por un rayo, que golpeó directamente a Gabriela, quien falleció de forma instantánea debido a las quemaduras severas en su cuerpo. Su esposo, Samuel, resultó herido y fue trasladado a un hospital en Cusco, donde se encuentra en recuperación.
Gabriela y Samuel compartían una relación de muchos años y juntos tenían un hijo de 10 años. Recientemente, habían celebrado su boda y, en sus redes sociales, solían compartir fotografías de sus viajes y momentos especiales, reflejando su amor por la aventura y la vida en pareja.
Familiares y amigos de Gabriela expresaron su dolor y homenaje a través de emotivos mensajes en redes sociales. Florencia, su hermana, compartió un conmovedor mensaje: “Te amo hermanita mía… Me faltó decirte más veces lo mucho que te amo”, junto a recuerdos de momentos felices juntas.
Este lamentable suceso no solo causó conmoción en su entorno, sino que ha reavivado la preocupación sobre la seguridad de los turistas en destinos de alto riesgo natural, como el Valle Rojo, conocido por su clima impredecible y terreno escarpado.