El hotel Dubrovnik, de la ciudad de Villa Gesell, que sufrió un derrumbe trágico dejando dos víctimas fatales, se encuentra en el centro de una investigación.
Antonio Juan Cortes, empresario ligado al sector de transporte sería el actual propietario del hotel desde abril de este año.
Cortes, conocido por poseer la terminal de ómnibus de Liniers y el hotel Nuevo Ostende en Mar del Plata, tenía planes de refaccionar el edificio, proyecto que inició pocas semanas después de la compra.
Trascendió que Cortes, quien ya había enfrentado denuncias laborales en 2018 en la terminal de Liniers, realizó obras en el Dubrovnik que, según la justicia y la municipalidad, habrían sido efectuadas sin la habilitación correspondiente. En ese contexto, las primeras investigaciones indican que las remodelaciones fueron realizadas de forma incorrecta, provocando el derrumbe fatal.
Además, las autoridades han realizado allanamientos en busca de documentación que pueda esclarecer las responsabilidades, tanto de los encargados del proyecto como de los obreros involucrados.
En el pasado, Cortes enfrentó conflictos laborales en su empresa de transporte en Liniers, donde fue denunciado junto al dueño de la terminal de Retiro por no pagarle a los maleteros ni reconocerlos formalmente, a pesar de exigirles tareas adicionales.
El empresario permitió a Stefanic, histórica dueña del Dubrovnik, que permaneciera en el hotel hasta el verano, una petición que ella había hecho tras la venta en abril.