Por una cadena solidaria, 47 niños de un hogar de Berazategui conocieron el mar

Francisco Díaz

El hogar Nomadelfia está ubicado en la localidad de El Pato, partido de Berazategui y se dedica al cuidado de menores de ambos sexos, separados de su entorno familiar por situaciones de vulnerabilidad de sus derechos y se ocupa de la vida física, intelectual y espiritual en un marco de cariño familiar.

En el hogar, más de 47 niños no solo reciben contención y abrigo, sino que la voluntad de sus miembros les permite cumplir sueños y vivir experiencias únicas.

En ese contexto, un grupo de niños del citado hogar tuvo la oportunidad de conocer por primera vez el mar.

Días pasados viajaron a la localidad de Mar del Tuyú y conocieron las diferentes playas del partido de La Costa.

Todo comenzó cuando la Dra. Marilina Zabalo, voluntaria del mencionado Hogar, consultó a los niños qué sueño querían cumplir, a lo que ellos respondieron de manera categórica que deseaban conocer el mar.

Con motivo de su cumpleaños, la Dra. Zabalo pidió a sus pacientes, familiares, amigos y por redes sociales, que como regalo, colaboraran para hacer realidad el viaje. Tras ello, se inició una cadena solidaria que permitió conseguir alojamiento en la Fundación Betel de Las Toninas, entradas para Mundo Marino y una noche de juegos en Le Park de Costa del Este. Los comerciantes toninenses también hicieron lo suyo, preparando con antelación las comidas necesarias para todos los niños y las 10 voluntarias qu viajaron con ellos, incluyendo a la Pizzería Pascual, que invitó a todo el contingente a comer en su restaurante.

En diálogo con FM La Marea, Zabalo contó cómo fue el momento, en el que los niños de entre 1 y 15 años, se encontraron con el mar por primera vez: “Primero las caras, desde el micro, que ya lo vimos, todos gritaban a la vez. Al llegar salieron los 45 corriendo. La verdad que nos tocó un día divino, pero hacía frío y todos igual se metieron. Después estuvimos toda la tarde haciendo castillos de arena. Fue algo soñado”.

“Lo que yo quiero transmitir es que todo es una experiencia, algo que para nosotros es común: ir a un restaurante, que te mimen, que la gente te esté esperando, un adulto que cuida, que promete cosas y cumple. Hay un chico que escribió ´gracias por cumplirme el sueño´ en la arena y es un poco eso, significar el rol del adulto que ellos no lo tuvieron”, explicó la profesional.

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