El sistema de salud en Argentina, tanto público como privado, desde hace muchos años que se encuentra con distintos inconvenientes. Pero en los últimos tiempos, se comenzó a ver un problema más frecuente y es puntualmente la imposibilidad de atención de muchos pacientes en clínicas privadas, en virtud de que algunos médicos dejaron de atender mediante prepagas, es decir, prefieren atender de forma particular.
Quienes cuentan con planes de salud en empresas privadas, en ciertos casos se encuentran que en muchos centros no pueden recibir atención porque no hay profesionales que trabajen mediante prepagas, más allá de que sean las mejores del país, de acuerdo a los rankings que periódicamente se realizan. Días atrás, desde la asociación Acción del Consumidor (Adelco) remarcaron que los médicos que de un momento a otro dejan de trabajar con una prepaga, están en su derecho, pero al mismo tiempo ocurre que miles de pacientes quedan totalmente desamparados y vulnerables.
Desde la Unión Argentina de Salud (UAS) explicaron que si bien no se trata por el momento de un problema de inmensa magnitud, la realidad es que de a poco cada vez más médicos emigran a la atención particular en vez de elegir trabajar por medio de una obra social prepaga. Afirman que esto obedece a muchas razones, pero que una de las principales es que hay una fuerte distorsión entre lo que pueden cobrar las prepagas a sus clientes (que impacta en lo que cobra luego el profesional), y la inflación en constante aumento en el país.
Puntualmente expresan desde la UAS que hay un retraso más que importante en cuanto a los aranceles que efectivamente cobran los médicos y la inflación que mide el INDEC. Por ejemplo, para ponerlo en números: si se toma el período que va desde el 2012 al 2022, se puede ver que las prepagas aumentaron su costo mensual (hacia los usuarios), unas 20 veces, y por otro lado, el organismo estatal antes mencionado que mide la suba de precios, actualizó la suba de éstos no menos de 27 veces.
Muchos médicos son los que opinan acerca de los distintos problemas que afrontan a la hora de atender por medio de prepagas. Sostienen sobre todo que años atrás, por ejemplo, una consulta médica la pagan 10 dólares (haciendo el cambio de pesos a moneda estadounidense), pero que actualmente se pagan 2 o 3 dólares, lo que hace inviable la profesión, más teniendo en cuenta los insumos que se deben utilizar. En razón de eso, muchos optan como dijimos antes, por dejar de trabajar con la prepagas u obras sociales y comienzan a atender de manera particular, con consultorios propios.
Y para finalizar, vale decir que desde la Superintendencia de Servicios de Salud remarcaron que no tuvieron en las últimas semanas demasiados reclamos por parte de afiliados a prepagas que no pudieron tener atención ante la falta de médicos, pero sí remarcaron que incentivan a los usuarios que tengan esta problemática, a que sí lo reporten a los fines de poder analizar el inconveniente en cuestión y tomar las decisiones que sean necesarias.