En un giro inesperado durante el traspaso de mando en la localidad de Anisacate, Córdoba, se ha desatado una controversia que ha capturado la atención de todo el país. El exintendente peronista Ramón Zalazar, quien lideró el municipio por más de dos décadas, dejó al descubierto un detalle insólito en su despacho: un jacuzzi.
El hallazgo se produjo tras el cambio de mando. La nueva intendenta, Natalia Contini, quien se impuso en las recientes elecciones con un estrecho margen, se encontró con este inesperado lujo en el despacho de su predecesor.
Zalazar, imposibilitado de presentarse a una nueva reelección por cambios en la ley electoral, había promovido la candidatura de su secretario de Gobierno, Matías Cuello. Sin embargo, Cuello fue derrotado por Contini, quien obtuvo el 37,36% de los votos frente al 36,89% de Unidos por Anisacate.
El descubrimiento del jacuzzi ha generado un amplio debate entre los vecinos y en los medios locales. Zalazar se defendió explicando que la casa se alquiló hace un año para funcionar como municipalidad y que el jacuzzi, ubicado en la habitación principal donde se encontraba su escritorio, nunca se utilizó. Según sus palabras, se empleó como depósito.
La controversia se suma a las acusaciones de Contini sobre irregularidades en el traspaso de mando y la crisis financiera que atraviesa el municipio. La nueva intendenta ha tomado medidas drásticas, como no renovar unos 80 contratos, en un intento por reordenar el estado crítico de las finanzas municipales.
Este insólito episodio en Anisacate pone de relieve las sorpresas que pueden aguardar en los cambios de gobierno y despierta interrogantes sobre la gestión de los recursos públicos en las localidades pequeñas de Argentina.
