El ministro de Defensa, Agustín Rossi, descartó la posibilidad de reactivar el Servicio Militar Obligatorio y sentenció que las propuestas de ese tipo “atrasan 30 años”. La negativa del titular de la cartera castrense fue en respuesta al insólito pedido del gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, quien consideró que una de las maneras de instruir a los jóvenes era con la vuelta obligatoria a los cuarteles.
El fin de semana pasado, el mandatario provincial consideró que la “colimba” se trataba de un “servicio a la comunidad” y un “lugar de encuentro” para los adolescentes. “Seguimos trabajando para traer el Ejército para acá: hemos hecho una propuesta y de concretarse sería una buena noticia para los catamarqueños”, agregó.
Rossi no rechazó así nomás la propuesta, sino que fue tajante: “Los que hablan de ese servicio no piensan en que vengan a buscar a sus hijos con el camioncito militar cuando cumplan 18 años, sino que vayan a buscar a los hijos de los demás, especialmente a los de los barrios carenciados”.
Por eso, agregó, “esa discusión atrasa 30 años y ya fue resuelta por la sociedad argentina”. Además, el Servicio Militar Obligatorio se trató de una experiencia “es negativa” desde el punto de vista social, y desde el aspecto económico es costosa.
El servicio militar fue un sistema de disciplinamiento social que surgió a principios del siglo XX y culminó en 1994, tras el asesinato del conscripto Omar Carrasco producto de una larga serie de abusos de autoridad, hostigamiento y maltratos físicos. Además fue el mecanismo utilizado por el último gobierno militar para nutrir las filas de combatientes en la Guerra de Malvinas.