Una creciente controversia sacude por estas horas al distrito bonaerense de General Alvarado, perteneciente a la Quinta Sección Electoral.
El foco está puesto sobre Joaquín Sánchez Charró, actual concejal del PRO, luego de que trascendiera públicamente que además de ocupar una banca legislativa en la ciudad de Miramar, se desempeña como asesor del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Electo en 2021, Sánchez Charró finaliza su mandato este año, pero las miradas ya están puestas en su futuro político: fue precandidato a intendente en 2023 y se rumorea que buscará volver a competir por la Intendencia en 2027, con una posible escala previa en las elecciones legislativas de este año.
En ese contexto, la polémica no tardó en estallar. Vecinos y dirigentes locales cuestionan su escasa presencia en el distrito, señalando que solo aparece en el Concejo Deliberante los días de sesión, mientras durante la semana estaría ausente del municipio.
La situación se tensó aún más cuando se confirmó que el concejal trabaja en la Ciudad de Buenos Aires como asesor técnico del gobierno porteño, brindando servicios legales como abogado. Además, cursa una maestría en el Instituto Universitario CÍAS, también en CABA.
Ante la presión pública, Sánchez Charró rompió el silencio en diálogo con Radio Mágica:
“Así como trabajo en Buenos Aires, me preparo y me contacto con un montón de gente para poder resolver los problemas que tenemos acá”, explicó.
El edil justificó su doble rol asegurando que realiza gestiones para Miramar desde su posición en Capital. Entre sus logros mencionó que “se reconozca la Fiesta del Camionero en Mechongué a nivel provincial”, y que ha mantenido reuniones con la Subsecretaría de Deportes. También aseguró estar “tratando de llegar a Obras Públicas por las casas de corralón”.
A pesar de sus declaraciones, el malestar crece en las calles de Miramar, donde muchos se preguntan si se puede representar a un distrito estando la mayor parte del tiempo a más de 400 kilómetros de distancia. La controversia promete escalar y marcar el pulso político local de cara a lo que viene.