Después de cuatro audiencias y la declaración de varios testigos, este jueves se vivió un día clave en el juicio contra Elián Valenzuela, conocido popularmente como L-Gante, en los tribunales de la ciudad bonaerense de Mercedes.
Durante los alegatos de las partes, la fiscalía solicitó una condena de siete años de prisión para el cantante, acusado de tres delitos, entre ellos la privación ilegal de la libertad de un vecino de General Rodríguez y amenazas agravadas a una mujer.
“El señor Elián Valenzuela, en vez de recurrir a la Justicia, intentó solucionar las cosas a su modo, un modo que está fuera de la ley, y la ley es igual para todos”, sostuvo el fiscal Adrián Landini ante el Tribunal en lo Criminal N° 3 de Mercedes. El representante del Ministerio Público remarcó que los delitos cometidos son claros, destacando los hechos de daño y amenazas agravadas.
Por su parte, la querella, representada por los abogados Leonardo Sigal, Pablo Becerra y Rodrigo Avendaño, pidió una pena de ocho años de prisión efectiva.
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En su exposición, Sigal argumentó que, aunque L-Gante no cuenta con antecedentes penales, los agravantes, como el uso de un arma de fuego, ameritan una condena más severa. Sigal también denunció que durante la investigación fue víctima de amenazas provenientes del entorno del cantante, mencionando un mensaje en el que se le advertía: “Acordate que tenés un hijo de 12 años. Renunciá a la causa”.
Tras un cuarto intermedio, la defensa de L-Gante solicitó su absolución, alegando que su cliente es inocente. Durante su última intervención, Valenzuela declaró ante el juez Ignacio Racca: “Soy inocente y hoy estoy en esta sala de juicio porque no quise poner dinero. Salvo el señor fiscal, que me parece una persona honorable, el resto tiene una imaginación de director de cine o de un niño mentiroso”.
El veredicto final se dará a conocer el próximo 28 de octubre a las 12 horas. Mientras tanto, el cantante sigue en libertad a la espera de la sentencia. Al igual que en las audiencias anteriores, L-Gante asistió a la sala luciendo un traje negro con camisa y corbata a juego, reafirmando su postura de inocencia ante el tribunal.
