El azar tiene sus caprichos y, en esta ocasión, una oportunidad única quedó en el olvido. Recientemente, un apostador que acertó los números del Quini 6 perdió la posibilidad de cambiar su destino al no presentarse a cobrar el premio en el plazo estipulado. La historia rápidamente trascendió en los medios, generando asombro y reflexión sobre la importancia de no dejar pasar estas oportunidades.
El boleto ganador había sido jugado el 25 de septiembre en la agencia de quinielas “El campeón de la suerte”, ubicada en la esquina de Sobremonte y Buenos Aires de la ciudad de Río Cuarto (Córdoba), frente a la emblemática Plaza Roca. Los números elegidos, 4, 14, 19, 24, 37 y 41, correspondían al premio acumulado en la modalidad “Siempre Sale”, una suma que podría haber marcado una importante diferencia en la vida del ganador.
Según explicó Juan Carlos Acrich, dueño de la agencia y un rostro conocido en la comunidad local, el apostador tenía un plazo de dos semanas para presentarse y reclamar el premio. Sin embargo, pese a los reiterados llamados a través de los medios de comunicación para que los apostadores revisaran sus boletos, nadie se acercó a la agencia antes de las 21:00 del último jueves, momento en que venció el plazo. “Hicimos todo lo posible para que la persona revisara su jugada, pero lamentablemente no tuvimos respuesta”, comentó Acrich en declaraciones a la prensa.
Cuando los premios de este tipo no son reclamados, los fondos suelen reintegrarse al pozo para futuros sorteos, lo que representa una pequeña consolación para los jugadores que sueñan con el gran golpe de suerte. Sin embargo, la historia deja una lección clara: no basta con jugar y ganar; es fundamental verificar los resultados y reclamar los premios en tiempo y forma.
Este episodio en Río Cuarto subraya, una vez más, lo imprevisible del azar. La fortuna puede tocar la puerta en el momento menos esperado, pero no siempre quien recibe el llamado está allí para abrirla.