En Argentina, la adquisición de un inmueble, ya sea un terreno, casa o departamento, requiere de una escritura pública para su formalización. Sin embargo, en muchas ocasiones, previo a este proceso, se celebra un boleto de compraventa. Este documento privado, firmado entre las partes involucradas, establece las condiciones del negocio inmobiliario y se convierte en una herramienta útil para garantizar la futura transacción.
¿Qué es el Boleto de Compraventa?
El boleto de compraventa es un contrato privado en el que las partes acuerdan las condiciones de la venta de un inmueble. Aunque no transfiere la titularidad del bien, sí establece un compromiso firme de realizar la transacción. Es especialmente útil en situaciones donde el comprador aún no dispone del total del dinero o el vendedor necesita más tiempo para desocupar la propiedad.
Ventajas del Boleto de Compraventa en operaciones inmobiliarias:
- Seguridad para ambas partes: Al dejar por escrito las condiciones del acuerdo, se minimizan los riesgos de incumplimiento.
- Elemento probatorio: Sirve como evidencia de lo acordado, estableciendo penalidades en caso de incumplimiento.
- Prioridad ante terceros: Protege al comprador frente a posibles reclamos de terceros sobre el inmueble.
Diferencia con la Escritura
Mientras que el boleto de compraventa es un documento privado y opcional, la escritura pública es un instrumento oficial y obligatorio para la transmisión de la titularidad de un inmueble en Argentina. La escritura garantiza que el vendedor es el propietario legítimo del bien, mientras que el boleto solo registra el acuerdo de compra-venta.
En resumen
Aunque el boleto de compraventa no convierte al comprador en el titular del inmueble, es una herramienta jurídica valiosa que garantiza el compromiso de ambas partes en la transacción. Es esencial contar con el asesoramiento adecuado al momento de redactarlo para asegurar que los derechos y obligaciones de cada parte queden claramente establecidos.
