El avance del Coronavirus obligó a que el Gobierno nacional decretara el pasado 18 de marzo la cuarentena. Producto de ello, la comercialización de las papas prefritas congeladas de la empresa McCain, cuya planta industrial se encuentra en el distrito de Balcarce, ha mermado como consecuencia del impacto que la medida tiene en el sector gastronómico, de manera especial los restaurantes de comidas rápidas que por el momento han bajado sus persianas. Hay que señalar también que el mayor porcentaje de la producción está destinado a Brasil, que padece las consecuencias del Covid-19.
Esta situación generó un excedente de papa por lo que la multinacional, a través de sus directivos, consideraron que debían darle un destino solidario a esa materia prima. Fue entonces como la compañía se contactó con la Red de Bancos de Alimentos Balcarce, para transmitirle la decisión de donar unas 2.500 toneladas de papa. Desde la Red local se tomó contacto con la Red Argentina y a partir de entonces se montó un operativo para la entrega directa de la papa desde la cosecha en el campo a distintos puntos del país para asistir a la población más vulnerable.
Con el objetivo de garantizar la transparencia y trazabilidad de la donación y su posterior entrega, se redactó un protocolo que establece las normas para la recepción, transporte, manipulación y entrega de las donaciones, tanto en el transporte de la mercadería como en el registro y reporte del proceso. Todo el personal involucrado es responsable de seguir las normas establecidas para el mantenimiento de la calidad del producto, cuidando su inocuidad y registrando todo el proceso.
El Banco de Alimentos Balcarce, que preside Javier Fornieles, al tomar conocimiento de la decisión de la firma McCain se puso a trabajar de inmediato para actuar con celeridad y llegar con los envíos a distintos espacios comunitarios.
Fueron 200 camiones tolva los que recorrieron las rutas argentinas para llegar a destinos con la carga a granel como Rosario, Trelew y Telsen en Chubut, Gualeguay, San Javier (Misiones), ciudades de Corrientes y 92 municipios de la provincia de Buenos Aires, entre ellos, Lezama, Pila, General Belgrano y Dolores, entre otros.
En cada lugar, las áreas de desarrollo de cada Intendencia, los bancos de alimentos, las ONG y voluntarios trabajaron para recibir y distribuir la mercadería que llegaba a granel y debía ser embolsada para su posterior distribución. “Lo que estamos haciendo es una excelente interacción entre empresas privadas, el Estado, ONGs y donde los voluntarios jugaron un papel preponderante: desde equipos de rugby de jóvenes, boys scout o simplemente personas se sumaban a las tareas. Es un verdadero ejemplo de que cuando todos trabajamos por el bien común, se pueden hacer cosas maravillosas“, contó Fornieles a la prensa, quien resaltó la labor y el esfuerzo de McCain y su personal para coordinar las acciones.
Fuente: El Diario