El ex presidente argentino se prepara para su regreso político en febrero. Y pocos días antes, recibió una noticia que lo alegró: fue elegido como presidente de la Fundación FIFA, el andamiaje social y solidario que armó la Federación Internacional de Fútbol Asociado.
Mauricio Macri desarrollará ese rol “ad honórem” y llegó hasta ese sitial en virtud de su relación con Gianni Infantino, el suizo que comanda la FIFA y con quien Macri ha cultivado un aceitado vínculo en los últimos años.
La fundación FIFA lleva adelante un programa comunitario junto a “organizaciones que utilizan al fútbol como una herramienta de cambio social, para mejorar la vida de los jóvenes desfavorecidos de todo el mundo”. Por eso, el rol de Macri estará abocado a “solicitar financiamiento para usar al fútbol como una herramienta para abordar los problemas sociales que afectan a los jóvenes, caso la educación, la salud, la construcción de la paz, los refugiados, el liderazgo y la igualdad de género”.