En un discurso polémico en Córdoba durante el aniversario 47 de la Fundación Mediterránea, el presidente Javier Milei criticó al expresidente radical Raúl Alfonsín, acusándolo de haber promovido un Golpe de Estado contra el gobierno de Fernando de la Rúa y de “huir del poder seis meses antes”, en referencia a la transición anticipada con Carlos Menem.
Estas declaraciones, realizadas en el marco del Día de la Recuperación de la Democracia, generaron una fuerte respuesta de la Unión Cívica Radical (UCR), que calificó las palabras del mandatario como “absolutamente disparatadas”.
Desde el círculo empresarial, Milei también cuestionó las políticas económicas previas a su gestión, afirmando que su gobierno enfrenta indicadores sociales “peores que los de diciembre de 2001”, durante la crisis que precipitó la renuncia de de la Rúa.
El presidente apuntó directamente contra figuras políticas, acusando tanto a Alfonsín como a Eduardo Duhalde de impulsar la caída de la convertibilidad, afirmando que “paradójicamente a Alfonsín lo muestran como el padre de la democracia, siendo que fue partidario de un golpe de Estado”.
Además, Milei aprovechó su intervención para distanciarse de su vicepresidenta, Victoria Villarruel, por el reciente homenaje a María Estela Martínez de Perón en el Día de la Lealtad Peronista y la inauguración de un busto en su honor en el Senado.
Calificó la gestión de Martínez de Perón como “espantosa” y criticó la “triple A, el decreto de aniquilamiento y otras aberraciones”, afirmando que su gobierno multiplicó la pobreza y la inflación, dejando al país en una situación crítica antes del golpe cívico-militar de 1976.
Las declaraciones de Milei han generado un nuevo capítulo de tensión con sectores de la oposición y en la propia escena política, donde se ha reavivado el debate sobre las interpretaciones históricas y los valores democráticos.