Una niña de solo diez años fue atacada por una de las especies más peligrosas de alacranes (las de color claro) mientras que disfrutaba de un día de playa en Mar del Plata, exactamente en el balneario “La Perla”.
La menor fue atacada en la tarde del sábado en las escalinatas de las playa. Quedó internada en el Hospital Materno Infantil local, donde se halla en observación. El padre de la niña mató al alacrán y lo llevó a los especialistas, algo que es recomendado en este tipo de casos para determinar de qué especie se trata. El que atacó a la niña era de color claro, que conforme los especialistas es de los más venenosos.
El último registro que se tiene de la aparición de alacranes en la ciudad balnearia fue en el mes de marzo pasado, en el momento en que una familia de Alfar (a 14 quilómetros de La Perla) halló uno en su casa. Desde el municipio el titular del área de Control de Plagas explicó que los alacranes viven en su mayor parte en las zonas más frondosas y arboladas de la zona.
Explicó que los lugares más habituales que acostumbran a morar son casas con acopio de canto rodado, ladrillos y restos de poda, y que aparecen con una mayor frecuencia a lo largo del verano y los meses siguientes.
Qué hacer frente a la picadura de un alacrán
El infectólogo Roberto Debbag explica los pasos a seguir frente al ataque de un alacrán. “Es esencial que el paciente ponga hielo en la zona y se acerque a una guardia médica, en tanto que los escorpiones generan alacranismo debido al veneno que contienen”, advirtió. Sugirió además de esto llevar el alacrán a analizar para determinar de qué especie se trata.
Explicó que las picaduras acostumbran a generarse en pies y talones, “en particular porque la gente se pone los zapatos sin mirar y pueden estar dentro”, señaló. Afirmó que entre los síntomas que se presentan en la primera hora tras la picadura están los escalofríos y la sudoración.
“En el momento en que el paciente llega al hospital el procedimiento es el de internación y de administración de un antídoto concreto”. Aclaró que, “de no tratarse, el cuadro podría complicarse y derivar en la muerte”.
