A casi un mes de conocerse el veredicto condenatorio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, sus asesinos tuvieron una nueva pelea en el penal de Melchor Romero, dónde se hallan alojados a la espera de ser trasladados a su destino definitivo.
Aseguran que nuevamente el resto de los ahora ex amigos, insultaron a Máximo Thomsen, acusándolo de ser quién más golpeó a Fernando y que el abogado (Tomei) designado por sus padres no supo defenderlos individualmente.
Fuentes cercanas indicaron que los padres de Thomsen financiaron la defensa a cargo del letrado Hugo Tomei que fracasó en el Tribunal Oral de lo Criminal N 1 de Dolores.
Recientemente, Tomei presentó la apelación del fallo frente al Tribunal de Casación, pidió que sean reducidas las penas de los acusados con prisión perpetua. También solicitó la absolución de Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi.
Estiman que la condena podría haber sido reducida para algunos de los condenados si se hubiera enfocado en los roles que cumplió cada uno en lugar de insistir en la falta de culpabilidad de los ocho implicados.
Fuentes cercanas señalaron que Thomsen es el que más evidencia signos de depresión y pasa la mayor parte del día llorando o leyendo una Biblia que le proporcionó un Pastor que habitualmente los visita en el Penal.
Asimismo dan cuenta que es asistido por un Psicólogo proporcionado por el Servicio Penitenciario Bonaerense.
Según trascendió, en los últimos días, “había estado pegando patadas en el inodoro del buzón”, tal como se la denomina a la celda en la que transita su condena perpetua.
Luego aseguran que lo pudieron calmar y al recapacitar, el joven pidió disculpas.