La posibilidad de un fuerte aumento en el dólar oficial y un incremento significativo en los precios para la semana próxima generó en mucha gente la necesidad de ir a los supermercados para abastecerse de mercadería y se vieron largas filas en las cajas.
Esto ocasionó demoras y que crezcan las ventas en la víspera, previo a los anuncios económicos que realizará el nuevo gobierno este lunes. Tras los fuertes rumores de ajuste y subas de precios, mucha gente se dirigió a los supermercados.
Como en otras coyunturas económicas, la certeza de una devaluación empujó a los consumidores que pudieron a deshacerse de sus pesos. Hace unos días, el designado ministro del Interior, Guillermo Francos, habló de un dólar oficial “razonable” de entre $600 y $650. Otras versiones, sin embargo, lo ubican incluso un poco más arriba.
Ese es un escenario de por sí inflacionario: todas las devaluaciones impactan en los precios, sobre todo en un país bimonetario como la Argentina. Además, en las últimas horas las grandes cadenas de supermercados recibieron de las empresas formadoras de precios, sobre todo de alimentos, listas con hasta el 40% de aumentos para este lunes 11 de diciembre.