La noche del viernes pasado se llevó consigo uno de los productores y conductores más queridos de la televisión argentina. Eduardo Rozín falleció ayer a los 51 años de edad a causa de un tumor cerebral terminal diagnosticado en abril de 2021.
Los tumores intracraneanos pueden ser benignos o malignos, primarios o secundarios. Saber de qué tipo de tumor se trata es fundamental en la medida en la que su tratamiento depende del caso en particular.
Algunos tumores se observan con estudios periódicos, otros se biopsian. Mientras que muchos requieren de un tratamiento específico. Entre ellos puede tratarse de: resección quirúrgica, quimioterapia y radioterapia.
Resección de tumores cerebrales:
Con el avance de la tecnología el riesgo se ha reducido considerablemente. En este caso se trata de realizar una operación con el empleo del microscopio quirúrgico al tratarse de lesiones relativamente pequeñas en contacto con estructuras relevantes y vitales que el cirujano tiene que preservar.
El riesgo varía en función del lugar en el que se encuentra la lesión. En caso de que el tumor se encuentra en áreas cerebrales elocuentes, es decir, que cumplan funciones elementales como mover el lado contrario del cuerpo o comprender el lenguaje o hablar; se usa el mapeo cerebral intraoperatorio.
Así se localizan las áreas en específico en la superficie del cerebro y se intenta no dañar esas funciones. Los tumores benignos tienen un pronóstico más favorable y suelen curarse con una resección quirúrgica.
En cambio, los tumores malignos primario requieren la utilización de quimioterapia y radioterapia. Los avances en los tratamientos oncológicos permitió mejorar parcialmente el pronostico de tumores malignos en algunos casos.
