Domingo 20 de julio de 1969. Tres hombres cambian para siempre la historia de la Humanidad. Dos de ellos pisan suelo lunar. El otro se queda cuidando el módulo Columbia, dando 30 órbitas al satélite natural a unos 100 kilómetros de altura. Entre 500 y 1000 millones de espectadores en toda la Tierra siguen los acontecimientos en vivo por televisión. Un viaje. Una pisada. Un módulo lunar. Y un banderín. De Independiente. De Avellaneda.
“Si ellos van a ser los héroes más grandes del siglo, tienen que ser socios de Independiente”. La frase la dijo Héctor Rodríguez, secretario de Prensa y Relaciones Públicas del club de Avellaneda a comienzos de 1969. “Ellos” eran Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins. Y la premonición de considerarlos los héroes más grandes del siglo se debía al inminente viaje que los tres astronautas estadounidenses harían a la Luna unos meses más tarde, a bordo de la misión Apolo 11.
La propuesta (magistral, insuperable, de una lucidez mediática sorprendente para la época) fue aprobada en una reunión de Comisión Directiva y comenzó a tomar forma. “Nosotros teníamos vínculo con la gente de la embajada de los Estados Unidos porque Independiente siempre tuvo un gran desarrollo cultural. Tomamos contacto a través de Héctor Rodríguez. Y decidimos mandarles banderines a los astronautas”, contó tiempo después, Boris Lisnovsky, quien en 1969 era e tesorero de la institución. Y explicó: “El objetivo era que llevasen algo de Independiente en su viaje y así convertirnos en el primer club del mundo en llevar su banderín a la Luna”.
Primero, el trío fue nombrado socio honorario de Independiente. Aldrin fue el afiliado número 80.399, Armstrong, el 80.400 y Collins, el 80.401. Los carnets fueron firmados por el propio Lisnovsky. Y tenían como fotografías las oficiales de la NASA, facilitadas por la embajada norteamericana, en la que los tres aparecen con sus respectivas escafandras. Increíble, pero real.
Además, siempre por vías diplomáticas, la dirigencia del Rojo les envió a los futuros héroes la indumentaria completa de Independiente para sus hijos varones.
“Los hicimos socios, les mandamos los carnets, en donde se ve mi firma y la camiseta de Independiente. A la embajada fuimos Héctor, Pedro Iso y yo. Ahí les entregamos los elementos. Estuvimos con la secretaria de cultura, después hablamos con el embajador y nos prometió que se los iba a mandar. En ese momento no sabíamos si realmente lo iban a llevar al viaje o no. Pero tuvimos la sorpresa de que esta gente recepcionó muy bien estos regalos”, recordaba Lisnovsky
Los carnets y el resto del kit llegaron a destino antes de la partida del Apolo XI. El mito, del cual se jactan los fanáticos del Rojo y transmiten de generación en generación a través de los años, rescata este hecho sorprendente: en el histórico viaje a la Luna, hace 50 años, Armstrong llevó consigo una cábala muy particular: un banderín del Rey de Copas.
En una carta datada el 23 de mayo de 1969, Armstrong agradeció el gesto del club de Avellaneda. Allí escribió, a máquina, lo siguiente: “Estimado señor Rodríguez. En nombre de los miembros de la tripulación del Apollo XI, quiero agradecerles por su muy linda carta y por su amabilidad al enviarnos los tres banderines. Deseo volver pronto y visitar Buenos Aires. Y espero que las circunstancias me permitan aceptar su invitación para visitar su club. Sinceramente, Neil Armstrong”.
Como se sabe, el viaje fue un éxito. Luego de su regreso a la Tierra, Armstrong y Collins visitaron la Argentina en noviembre de 1969, como parte de una gira mundial organizada para celebrar con toda la humanidad la epopeya de que el Hombre había llegado a la Luna por primera vez.
Aunque no pudieron conocer las instalaciones de Independiente, Rodríguez fue invitado a participar en una recepción que se realizó en honor a los astronautas en la embajada estadounidense. Ese día, por medio de una traductora, y en presencia del embajador norteamericano, John Davis Lodge, Armstrong le confesó a Héctor Rodríguez que el banderín de Independiente había realizado todo el viaje a la Luna con ellos, y que les había traído suerte. “Nos cuenta que lo había llevado en la cápsula el banderín, y que realmente había sido como un amuleto para ellos. No lo podíamos creer. ¡Neil Armstrong nos confirmaba que el banderín de Independiente llegó a la Luna!“, recordaba hace unos años Lisnovsky.
El contacto del club con los astronautas continuó en septiembre de 1996, cuando Rodríguez volvió a enviarles la indumentaria oficial del club, que fueron entregadas directamente en Cabo Cañaveral.
En el segundo piso de la sede que Independiente tiene en la Avenida MItre, cerca de las Copas que logró la institución a lo largo de la historia, se exhibe un cuadro con una foto de los carnets de socios de Armstrong y Aldrin, y la carta del primer hombre que pisó suelo lunar.
Mito o realidad. Leyenda urbana o lucidez dirigencial. Lo concreto es que para los hinchas de Independiente, la Luna es Roja.