El reciente anuncio del Gobierno sobre la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ha generado muchas consultas entre los ciudadanos. La decisión forma parte de un plan de reestructuración más amplio que establece que la AFIP será reemplazada por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), un organismo con una estructura más simplificada y enfocada en mejorar la eficiencia del sistema tributario argentino.
¿Por qué se tomó la decisión de eliminar la AFIP?
La AFIP ha sido el principal ente recaudador de impuestos en Argentina por décadas. Sin embargo, el Gobierno argumentó que el organismo se había vuelto una “caja política” y que, bajo su administración, muchos argentinos habían sido sometidos a “persecuciones fiscales inmorales”. Además, la estructura de la AFIP fue criticada por ser desmesurada y poco eficiente, con sueldos jerárquicos que superaban ampliamente los de otros funcionarios del Estado.
¿Qué es la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA)?
La ARCA será el nuevo organismo encargado de la recaudación fiscal y del control aduanero. A diferencia de la AFIP, su estructura será más reducida y eficiente, con la eliminación de aproximadamente 3.100 cargos y la reducción de un 45% en los puestos jerárquicos. Esto también implicará un ahorro de más de 6.400 millones de pesos al año.
Los responsables de la ARCA serán Florencia Misrahi, quien ya ocupaba la dirección de la AFIP, junto a Andrés Vázquez, al frente de la Dirección General Impositiva (DGI), y José Velis, en la Dirección General de Aduanas (DGA).
¿Cómo impactará este cambio en los ciudadanos?
Con la creación de la ARCA, el Gobierno promete menos burocracia y una recaudación más transparente. Sin embargo, este cambio ha sido recibido con inquietud por parte de los trabajadores de la AFIP y algunos sectores de la sociedad, que temen que el nuevo sistema afecte los derechos laborales y no cumpla con las expectativas de eficiencia prometidas. A pesar de esto, las autoridades aseguran que la ARCA será un organismo más justo y que pondrá fin a las “persecuciones” que muchos contribuyentes denunciaron durante años.
En resumen, el fin de la AFIP y la creación de la ARCA marcan un hito importante en la política fiscal de Argentina. Aunque el impacto real de esta transformación aún está por verse, el Gobierno se muestra confiado en que estos cambios traerán una mejora en la gestión pública y reducirán significativamente los costos del Estado.
