Los jóvenes que organizan fiestas clandestinas en Río Tercero son “condenados” a realizar trabajo comunitario. Si son menores de 16 años, la responsabilidad recae sobre los padres o tutores.
En varios operativos se desarticularon diversas fiestas clandestinas en la localidad de Río Tercero, en la provincia de Córdoba. Ante esta problemática, el intendente local Marcos Ferrer, decidió extender la norma de multas a quienes transgreden las disposiciones sanitarias y de seguridad e higiene, basadas en el Código de Faltas Municipal. Se aplican multas desde $40.000 hasta los $200.000, arresto, trabajos comunitarios y asistencia a cursos educativos.
En consecuencia, Ferrer resolvió extender la norma a las fiestas clandestinas y dar lugar a la posibilidad de tareas comunitarias para quienes participen de eventos clandestinos. En consecuencia, los infractores pueden optar por abonar la multa o realizar las tareas comunitarias: “Prevenir y concientizar sobre la necesidad de la responsabilidad social ante un contexto sanitario complicado”, explicó.
Esta semana, siete jóvenes que participaron de fiestas clandestinas optaron por realizar trabajo comunitario. Realizaron barrido de veredas, arreglos de plazas y recepción de vecinos en el vacunatorio, e incluso algunos pintaron los cordones cuneta de la ciudad. Todos los trabajos son asignados por el departamento de Recursos Humanos de la localidad, con plazos de entre 10 y 15 horas, divididos en hasta siete jornadas.