Los intendentes de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, de Chivilcoy, Guillermo Britos y Martín Yeza de Pinamar se quejaron porque sus distritos continúan en fase 2 y por lo tanto no podrá avanzar con flexibilizaciones de las medidas de cuidado como las que rigen desde hoy para el conurbano, que incluyen la vuelta de las clases presenciales desde el miércoles.
En declaraciones a un medio local, el intendente Guillermo Montenegro cuestionó la decisión del Gobierno Provincial de que no haya clases presenciales en la ciudad al continuar en fase 2.
“Esta decisión del gobierno de la Provincia de Buenos Aires hace que no haya clases en Mar del Plata cuando algunos distritos del conurbano tienen números más preocupantes. Los criterios fueron utilizados de diferentes maneras y esto nos complejiza mucho. Hubo una baja del 26% de casos”, esgrimió el jefe comunal.
En la misma línea, aseguró que la presencialidad en General Pueyrredon “no generó ningún problema”, con lo cual la medida del gobernador Axel Kicillof “afecta a la ciudad”. Además, anticipó que dialogará con las autoridades bonaerenses durante el fin de semana.
Repercusiones
Pero las repercusiones no quedaron ahí, sino que también desde el oficialismo local volvieron a la carga contra Provincia por la continuidad de las restricciones en el Municipio. “La presencialidad debe ser también para Mar del Plata. ¿Por qué la Matanza sí y Mar del Plata no ? No nos haga pensar que nos discrimina, señor gobernador”, disparó Vilma Baragiola, la presidenta del bloque radical en el Concejo.
A su vez, el jefe comunal de Pinamar, Martín Yeza, también cuestionó la necesidad de volver a las clases presenciales en su municipio:
Asimismo, desde Chivilcoy, el intendente Guillermo Britos también se expresó en las redes sociales para manifestar la necesidad de un regreso a fase 3, al igual que AMBA: