Gustavo Augel, productor de la localidad bonaerense de Lobos, fue víctima de un hecho delictivo muy particular.
Durante al menos cuatro días (según pudo registrar) sufrió el robo de leche, entre 30 y 50 litros por día, que por la poca cantidad calcula que es para consumo familiar, en su tambo ubicado a 20 kilómetros de la citada ciudad bonaerense:
“Estoy muy sorprendido y me da mucha tristeza, porque que te roben así es rarísimo, tristísimo y me da mucha pena. Porque si vos venís al mediodía, yo te doy un bidón o dos, no tengo problemas. Antes venían, me golpeaban las manos y me pedían porque no tenían para comer. Obvio que se las daba: es leche. Pero ahora entran en tu tambo de noche, sin avisar, es rarísimo”, explicó en declaraciones radiales a Colonia Agropecuaria.
Augel es coordinador de la Comisión de lechería de Carbap y tercera generación de tamberos de la familia: junto a su hermana decidió seguir los pasos de su abuelo y su padre a partir del año 2000. Pero desde ese entonces, nunca vio un robo con estas características.
Cómo fue el hecho
Todo comenzó cuando hace un par de días, Augel y su empleado empezaron a notar diferencias entre lo que medían en el tanque y lo que se le entregaba al camión lechero. “A veces teníamos entre dos y tres litros de diferencia en el día, pero entre 30 y 50 era mucho”, explicó.
La explicación llegó con un llamado del tambero al productor en plena madrugada para advertirle que había visto salir gente del tambo con bidones y que “cortaban” camino por el medio del campo.
“Le pedí que no los persiga que los deje ir y avisé a la policía. Ahí empezamos a atar cabos y nos dimos cuenta el porqué del faltante”, explicó.
Ante la consulta sobre la cantidad de leche que se llevan por noche, el productor desestimó que la utilicen para producir algo