Gerónimo “Gero” Arias, reconocido influencer argentino por sus desafíos físicos extremos, conmocionó a sus seguidores al revelar que sufrió un grave accidente que terminó con la amputación de dos dedos.
El joven, conocido por realizar dominadas en lugares emblemáticos de todo el mundo, publicó un video en sus redes sociales donde relató lo sucedido: una caída desde un acantilado de más de 10 metros, en la que fue golpeándose con varias rocas hasta que una de ellas cayó directamente sobre su mano, causando la amputación.
“Acabo de tener el peor accidente de mi vida. Me caí de un acantilado y me fui pegando con distintas piedras. Estoy con vida y estoy completo… Bueno, no completo del todo”, expresó Arias en su mensaje.
Inmediatamente fue trasladado al hospital, acompañado por su familia, con la esperanza de que los médicos pudieran reconstruirle los dedos. Sin embargo, aún no se sabe si podrá recuperarlos completamente.
Arias decidió compartir su situación con sinceridad para mantener informados a sus seguidores. “Hago este video más que nada porque ustedes son los que me acompañan todos los días y quería que se enteren de mi situación. Estoy bien. Apenas salga del hospital les cuento. Cuídense. Los quiero”, concluyó.
Gero Arias acaba de sufrir una caída desde un acantilado de más de 10 metros, golpeándose contra varias rocas en el descenso. Al impactar en el suelo, una piedra cayó sobre su mano izquierda, amputándole dos dedos. Está siendo trasladado al hospital, para intentar reconstruir los… pic.twitter.com/f4eI0BY6mN
— Terreno Viral (@terrenoviral) March 23, 2025
La publicación generó todo tipo de reacciones: mientras muchos usuarios le enviaron mensajes de apoyo y aliento, otros lo acusaron de exagerar la historia o de buscar viralización.
Cabe destacar que Gero Arias se hizo famoso en diciembre de 2024 tras romper un récord de 366 dominadas frente al Obelisco, y desde entonces se volvió tendencia por sus arriesgados entrenamientos en locaciones turísticas y urbanas.
El accidente de Gero Arias no solo pone en evidencia los riesgos de los desafíos extremos que se viralizan en redes sociales, sino también el valor de la honestidad en tiempos donde la exposición digital puede generar tanto apoyo como escepticismo.