Este miércoles, la justicia dio un paso crucial en la investigación del asesinato del chef Nicolás Tapia Páez, ocurrido en su departamento de Pinamar.
Gracias a las imágenes captadas por cámaras de seguridad cercanas al lugar del crimen, se logró identificar a un sospechoso que caminaba solo por la zona. El individuo, vestido con campera deportiva, mochila y gorra, es ahora objeto de la pesquisa para determinar su posible implicación en el homicidio.
La Fiscalía ha descartado la hipótesis de robo, ya que no se encontraron signos de desorden ni violencia dentro del domicilio de Tapia Páez, quien recibió aproximadamente 40 puñaladas. El chef, de 36 años, trabajaba en el restaurante del hotel Zentiva, ubicado en la avenida Bunge y De las Totoras.
El fiscal a cargo del caso, Pablo Gamaleri de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de Santa Teresita, ha caratulado el hecho como homicidio agravado.
Los primeros informes policiales indican que una amiga de la víctima, que compartía vivienda con él, fue quien llamó al 911 para reportar el hallazgo del cuerpo sin vida de Tapia Páez. Aunque inicialmente se sospechaba de un posible suicidio, la autopsia reveló las numerosas heridas de arma blanca en su cuerpo, así como un contundente golpe en la cabeza.
En el lugar del crimen se han recogido pruebas como pisadas, huellas dactilares y pelos, que están siendo sometidos a análisis forenses.
El arma homicida y el celular de la víctima aún no han sido encontrados, aunque los investigadores están rastreando el dispositivo móvil en busca de posibles pistas que arrojen luz sobre los eventos previos al asesinato.
Mientras tanto, se continúan recabando testimonios y revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad en la zona en un esfuerzo por esclarecer este trágico suceso.
