La Ruta 3, una de las principales arterias de Argentina, está enfrentando una crisis sin precedentes a la altura de Comodoro Rivadavia. Un desplazamiento en la tierra provocó que la ruta se divida en dos, lo que ha llevado al cierre de la misma y ha generado un impacto significativo en la vida de muchas personas.
Impacto en los Negocios
Además de afectar directamente a todos los ciudadanos que transitan periódicamente por la ruta, también perjudicó a muchos negocios que se encuentran al costado del camino, los cuales han visto una disminución drástica en la clientela. La única forma de acceder a estos comercios es por un complicado camino alternativo.
El gerente de Autosur S.A, una concesionaria con taller, que está a pocos metros de la YPF, contó a Clarín que no pudieron vender ningún auto ni ningún plan de suscripción desde que inició todo; además, los turnos de atención en el taller se redujeron a la mitad ya que muchos llaman para cancelarlos por la complicación que les representa el tiempo invertido en acceder a la zona.
Los empleados de estos negocios están particularmente preocupados y temen por su futuro laboral. La falta de ventas ha llevado a una preocupación creciente sobre cómo se mantendrán los salarios y los puestos de trabajo.
El Dilema de la Infraestructura
El estado actual de la Ruta 3 es un reflejo de la falta de mantenimiento y planificación a largo plazo. Aunque se han presentado soluciones temporales como el uso de caminos alternativos, la falta de rutas de respaldo y la inestabilidad del terreno plantean preguntas serias sobre la sostenibilidad de estas medidas.
¿Qué Sigue?
El gobierno está trabajando para encontrar una solución a largo plazo, pero mientras tanto, los residentes y negocios afectados se encuentran en un estado de incertidumbre. Con el clima también jugando un factor crucial, la situación en la Ruta 3 sigue siendo volátil y exige una acción inmediata.