Se conoció recientemente que el octogenario imputado de haber matado a su esposa en la localidad bonaerense de General Conesa en 2015 será juzgado, en principio, recién el año que viene, en razón que la fecha original del juicio prevista para comienzos de este año debió ser cambiada por una situación personal que atravesó el imputado.
El juicio oral está previsto que se realizará los días 4 y 7 de junio de 2021 en el Tribunal en lo Criminal 1 del Departamento Judicial de Dolores, habiendo sido calificado el caso como “Homicidio agravado por el vínculo”, cuyas circunstancias sucedieron el 12 de mayo de 2015 en una vivienda ubicada en la Sección Quintas de la ciudad cabecera del partido de Tordillo.
Ese día según publicó el diario Compromiso y atento a la investigación, Juan Manuel Alday luego de discutir con su cónyuge le apuntó y disparó desde corta distancia a la cabeza con un arma de fuego, provocándole una grave lesión que produjo su fallecimiento.
El hecho fue reconstruido a partir de la declaración testimonial de dos familiares directos del matrimonio, quienes indicaron que la pareja hacía unos cuatro meses que estaba separada, que la mujer se había retirado del domicilio para vivir en casa de un hermano. Que el motivo de la separación habían sido los problemas de convivencia que eran de toda la vida, pero que la pareja se iba a reunir porque supuestamente estaban en vías de volver a convivir, razón por la cual la víctima había llegado ese día a la casa donde ocurrió el crimen.
Precisamente estos testigos refirieron que esa mañana se encontraban en inmediaciones de la vivienda donde sucedieron los hechos, manifestando haber escuchado una fuerte discusión entre la pareja, habiendo observando al acceder a la casa que la mujer estaba tirada en el piso y su esposo al lado con sangre en su boca, señalando aquella que se había tenido que defender porque su marido le había querido pegar un tiro, solicitando que la llevaran al exterior porque tenía dificultades para respirar.
Todo ello ocurría mientras el cónyugue le reprochaba por qué se quería ir, y que estando la víctima sentada en un sillón el imputado había imprevistamente sacado un arma de fuego, con la cual y casi apoyándosela en la sien le había disparado, tras lo cual había intentado dispararse en su cabeza, lo que fue impedido por uno de esos familiares.
Por último se puede señalar sobre el caso, que el arma utilizada en el crimen fue entregada por uno de los testigos presenciales, habiéndose incautado en el lugar una vaina servida calibre .2 largo marca FM.