Mariana y Adriana, dos amigas de Ituzaingó, abrieron una pastelería en un local de un barrio cercano a la zona de quintas de Parque Leloir, el problema es que no conseguían atraer clientes y su situación económica era crítica.
Todo cambió gracias a Leonel, el hijo de Mariana, que ideó un método económico y perfecto para lograr atraer público al negocio de su mamá.
Una historia inspiradora
Adriana relató: “Me tenía que ir a hacer unos trámites y lo dejé a mi hijo con su amigo a cargo del negocio. Cuando vuelvo los veo en la puerta con el cartel muy prolijo que decía ‘vengan a comprar’. ¡No lo podía creer la ocurrencia que habían tenido!”.
Natalia Farinati, vecina del negocio, fotografió a Leonel y lo compartió en sus redes sociales, donde rápidamente se viralizó.
Acompañando la imagen escribió: “La foto del día. Mis vecinitos con su emprendimiento. Que lindo es enseñarle el trabajo y el sacrificio. Me emociona. Dios quiera que vendan todo”.
El posteo se viralizó y el negocio se llenó de gente. Adriana confesó: “Los propios clientes nos empezaron a decir que venían por el cartel de los chicos. Nosotras primero no entendíamos de que hablaban, hasta nos pedían sacar foto a nuestro cartel de bienvenida”.
La versión de Leonel
El adolescente de 14 años fue sincero: “Mi mamá nos había con mi amigo Ian a cargo con la lista de precios por si venía algún cliente a comprar. Yo siempre intento ayudar a mi familia”.
Y confesó: “Estábamos aburridos y se nos ocurrió lo del cartel para que la gente que pasaba capaz les llamaba la atención y entraban“.