El mismo convento que se hizo conocido por el caso de los “bolsos de López” es noticia otra vez, esta vez por una fiesta clandestina. Ocurrió a la una de la mañana el 2 de mayo durante. Los inspectores de la Secretaría de Control Urbano del municipio ingresaron a la 1.19 hs. y se encontraron con un cumpleaños de 15.
Inmediatamente la Jueza de Faltas N 2 María Cardone inició una causa por “Incumplimiento de cuarentena”, y uno de los organizadores tuvo una condena administrativa. “Hubo una fiesta clandestina. En sí no había mucha gente, eran varias familias cercanas. Fue un cumpleaños, una fiesta de 15 pero estuvo todo tranquilo”, comentó una joven llamada Antonella, que vive frente al monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora de Fátima, y amiga de los invitados.
Cabe señalar que ante la aceleración de la segunda ola de contagios de COVID-19 en nuestro país, el 30 de abril -dos días antes de esta fiesta clandestina- el gobierno nacional había emitido el decreto 287/2021, que en su artículo 5.b señalaba la suspensión de “las actividades y reuniones sociales en domicilios particulares de más de diez (10) personas“. En esa fecha -viernes, el 1ero. fue feriado y el 2 domingo, cuando las cifras menguan- se registraron 22.420 nuevos casos de COVID-19 y 357 muertos por la enfermedad.
“Los inspectores se presentaron en el Convento de Monjas, ubicado en Mansilla 713 y constituidos en el lugar y al momento de la inspección comprobaron ruidos molestos, música alta y gente sin barbijos”, consta el acta labrada.
Luego se aclara que el organizador de la fiesta “se niega a firmar” la infracción. En la causa no se menciona a las religiosas, ni a la hermana Inés, ni a María, a nadie. Hay un único imputado, que luego fue sancionado por la jueza. Su nombre es Leonardo Esteban Barbeito. Por orden de la magistrada, el hombre -dueño de un mayorista de alimentos y venta de hielo en la Ruta 5- debió pagar una multa de 19.981 pesos más $ 552,35 adicionales.