¿Femicidio vinculado?: un hombre mató a su hijo de 13 años y se suicidó.

Gastón

Un hombre que contaba con dos medidas cautelares por violencia de género mató a su hijo de 13 años y se suicidó. Los investigadores creen que se trata de un “femicidio vinculado”.

El hecho ocurrió el domingo pasado en Gobernador Gregores, una pequeña localidad de la provincia de Santa Cruz, la cual se encuentra conmocionada por el caso del hombre que mató a su hijo de 13 años, en presunta venganza con su ex pareja, y luego, se suicidó en una estancia a unos kilómetros del lugar del crimen.

Alexis Saiz, un operario minero que no convivía con su pareja, fue a la casa en la que vivía su hijo F. de 13 años, quien se encontraba solo en el hogar, y lo ejecutó de un disparo. En cambio, su ex pareja no se encontraba en el lugar, ya que tuvo que atender a su padre enfermo en una ciudad vecina. Como el chico no le respondía los mensajes a la madre, ella le pidió a una vecina que se acercara a ver cómo estaba F. y descubrió la terrible escena.

Según el vocero de la fuerza de seguridad provincial, Elbio Ramírez, “el hombre contaba con dos medidas cautelares (una dictada en 2019 y otra en 2020) en su contra por violencia de género”, que en su momento fueron desestimadas por la mujer.

Por otro lado, la jueza de Instrucción de Puerto Santa Cruz, Noelia Ursino, no descarta que se trate de un femicidio vinculado y el dato surge a partir de las inspecciones en los teléfonos celulares de la mujer y su expareja, aunque la funcionaria aguarda por nueva información.

¿Qué es un femicidio vinculado?

Según explican desde la Asociación Civil La Casa del Encuentro, el término se desarrolló partiendo del análisis de las acciones del femicida, para consumar su fin: matar, castigar o destruir psíquicamente a la mujer sobre la cual ejerce la dominación.

A su vez, en esta definición se registran dos categorías. En primer lugar, las personas que fueron asesinadas por el femicida, al intentar impedir el femicidio o que quedaron atrapadas “en la línea de fuego”; y en segundo lugar, las personas con vínculo familiar o afectivo con la mujer, que fueron asesinadas por el femicida con el objeto de castigar y destruir psíquicamente a la mujer a quien consideran de su propiedad.

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