La Dirección Nacional de Defensa del Consumidor de la Secretaría de Comercio está investigando cientos de denuncias de jubilados que habrían sido víctimas de estafas mediante débitos automáticos no autorizados.
Estos débitos, que involucran montos menores a $600, se realizan a nombre de la empresa de cobranzas EPICO S.A.
Más de 300 denuncias en línea se han presentado, la mayoría de ellas en los últimos días, aunque algunas se remontan hasta hace un año. Los afectados, en su mayoría jubilados, notaron estos débitos no autorizados en sus cuentas de ahorro.
Aunque los descuentos son por sumas relativamente pequeñas, han afectado a numerosas personas, lo que sugiere un patrón sistemático para evitar que los descuentos indebidos sean detectados.
La Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), ha confirmado que están investigando estos débitos no autorizados y han recopilado varios casos durante la semana.
EPICO S.A. ha negado su responsabilidad en estos hechos, pero se ha confirmado que el asunto está siendo investigado. Una sola entidad bancaria ha recibido alrededor de 40 reclamos de sus clientes y, aunque afirman que la operación de la empresa es legal, han devuelto el dinero y bloqueado los débitos de la empresa de manera preventiva hasta aclarar si se trata de una estafa o un error.
Desde la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) han señalado que no han sufrido ninguna vulneración informática que podría resultar en la filtración de datos bancarios de jubilados. Además, han aclarado que no tienen responsabilidad en los descuentos realizados por EPICO, aunque están realizando un relevamiento de casos.
La ANSES también ha descartado cualquier conexión con el reciente hackeo del PAMI, que afectó a millones de afiliados. Argumentan que la mayor obra social del país no contaba con bases de datos relacionadas con la bancarización de los adultos mayores.
