Es de Mar del Plata, tiene 113 años y es la más longeva del país en recuperarse del coronavirus

Francisco Díaz

Una mujer de 113 años que vive en un hogar de la ciudad bonaerense de Mar del Plata es la persona más longeva del país y la segunda del mundo en recuperarse del coronavirus

Casilda Ramona Benegas de Gallego es una paraguaya – argentina que reside en una residencia geriátrica de la zona norte de Mar del Plata. Como en todo el mundo, los hogares de adultos mayores fueron una de las instituciones más afectadas por el avance del virus, que a mediados de diciembre pasado irrumpió en su residencia.

Identificada bajo el número 5.229.660, cursó la infección asintomática y nueve días después superó la enfermedad con 113 años y 259 días de vida. De esta manera, se convirtió en la persona más longeva de Argentina en curarse y es una de los cerca de 500 infectados de más de 100 años en recuperarse, según el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (Snvs).

“Se lo agarraron todos, se dieron cuenta por una empleada. Los hisoparon y todos los residentes dieron positivo. Ella por suerte no tuvo un solo síntoma, pasó los diez días bárbaro”, cuenta Mayra, su bisnieta de 30 años, en declaraciones a 0223.

Además, también es la segunda persona más longeva en recuperarse de la enfermedad en todo el mundo, detrás de la estadounidense-española María Branyas, nacida el 4 de marzo de 1907, según el sitio especializado Gerontology Wiki.

Nació el 8 de abril de 1907 en el departamento de Itapúa, Paraguay. De grande se casó con un español y en 1945 abandonó su tierra natal. Se asentaron en el norte argentino: primero en Jujuy, luego en Corrientes y por último en Chaco, hasta que finalmente se trasladaron de manera definitiva a Mar del Plata. En el 2000 se fue vivir a España junto a su familia, pero en 2013 retornó a La Feliz. A lo largo de su vida, Casilda fue ama de casa. Se dedicó a cuidar a sus dos hijos y a sus nietos.

Desde hace algunos años, la mujer reside en un hogar de la zona de Villa Primera. Y a pesar de que no ve ni escucha del todo bien, su bisnieta destaca que “siempre fue muy sana”. “Nunca tuvo nada. Hace unos años la mordió una gata y la llevaron a una clínica. Los médicos no podían creer que le tenían que abrir una historia clínica con 111 años”, recuerda.

Mayra confiesa que Casilda no guarda ningún secreto para conservarse. “Siempre fue una mujer muy alegre, yo nunca la vi enojada. No es que mantiene una dieta estricta y sana, siempre comió y tomó lo que quiso. Tiene un estomago de hierro que ni el coronavirus le pudo arrancar”, revela.

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