A medida que se acercan las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en la provincia de Buenos Aires, los dirigentes políticos comienzan a manifestar cierta preocupación por los altos índices de voto en blanco y ausentismo que se han reflejado en recientes comicios en otras jurisdicciones.
El equipo de campaña del actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien buscará la reelección con una lista única, ha expresado su desconfianza en la cantidad de vecinos que acudirán a las urnas el 13 de agosto. Esta inquietud va más allá de la disposición o desinterés que puedan tener hacia el mandatario.
La preocupación se basa en las elecciones realizadas en otras provincias, donde se han observado bajos porcentajes de asistencia del electorado, que han variado entre el 68% y 84% de participación en promedio. Además, ha habido un alto indicio de que, a 40 años del retorno de la democracia en Argentina, los votantes están optando nuevamente por el voto en blanco.
Ejemplificando esta situación, las recientes elecciones en Santa Fe contaron con una asistencia del 63% del electorado. Mientras tanto, en Tierra del Fuego, el voto en blanco alcanzó el 21% del total de votos emitidos.
El voto en blanco y la abstención no son fenómenos nuevos en la provincia de Buenos Aires, pero han generado alerta en los equipos de campaña de todas las fuerzas políticas, ya que en este distrito no se tiene la oportunidad de llegar a una segunda vuelta o ballotage.