A causa de la cuarentena por el coronavirus, las tabacaleras cerraron sus plantas ya que los cigarrillos no fueron considerados por el Gobierno como producto esencial.
Ante esta situación, el desabastecimiento de este producto está generando que los pocos que quedan en los comercios se vendan a precios inimaginables: algunas marcas cuestan $500 el atado, ya sea a través de los kioscos o incluso en las redes sociales.
Además de que el cigarillo no es considerado un elemento esencial de consumo, las evaluaciones científicas señalan que los fumadores constituyen uno de los grupos susceptibles de contraer la enfermedad, según consideran algunos comerciantes.
Por su parte, desde la Unión de kiosqueros de la República Argentina (UKRA) aseguran que quienes venden a esos precios son una minoría. La entidad no avala la suba de precio desmedidos. Incluso, dan cuenta de que en varias provincias ya tuvieron varias denuncias desde el área de inspección. En ese caso, son multados, los clausuran y afirman eso les cuesta más caro de lo que pueden ganar en un día.
Según indicó iProfesional, en un kiosco de la localidad sanjuanina de Concepción se formó una larga fila de compradores que pagaron un atado de Marlboro de 20 cigarrillos a $500 y uno de 10 a $250. En tanto, algunos que venden el tabaco de forma online lo hacen al mismo precio que los kioscos.
En UKRA, recibieron denuncias de Chaco, San Juan, CABA y la provincia de Buenos Aires por abusos desmedidos en precios.
La venta de cigarrillos en kioscos de Capital Federal representan casi un 70%, ya que además comercializan otros productos. Por su parte, en el Conurbano ronda entre el 45 y 50%, de acuerdo a lo que informó la Unión de Kiosqueros de la República Argentina.
